La relación sexual es una
parte importante en la pareja. Los hombres y las mujeres son diferentes en el
deseo sexual, por eso no deben esperar los esposos que sus esposas estén
siempre entusiasmadas. Las esposas, en cambio, deben saber que los esposos
deben ser ayudados en el área sexual para no caer en provocaciones externas. Se
requiere de amor, comunicación, afectividad para evitar caer en conflictos. Por
ello, compartimos a continuación varios elementos que deben considerarse para
tener una buena relación sexual en matrimonio y son las siguientes:
1. Todos los
matrimonios deben tener unidad sexual. Si bien es cierto no debemos negarnos el
uno al otro, ello no da derecho para que los esposos traten a las esposas como
juguete sexual. Si las tratan de esa manera, las esposas atropelladas nunca sentirán
deseo de entregarse a sus esposos en cuerpo y alma.
2. Las esposas no deben
negarse a sus esposos, para un esposo es frustrante y desmoralizador. Las
esposas deben cumplir con su deber porque cumplen el papel de ayudar a sus
esposos a mantenerse en pureza sexual. Si la esposa se retrae mucho tiempo para
el esposo es devastador: cae en la masturbación o pornografía, su lucha es muy
fuerte. Hay que dejar claro que si bien la esposa es la llamada a satisfacer al
esposo, el llamado para el esposo es cuidar su vida sexual y no caer en
cualquier tipo de dependencia sexual dañina. Debe también aprender a tener
autocontrol en esta área.
3. Hay varias
diferencias entre hombre y mujeres acerca de la relación sexual. Los hombres
expresar intimidad durante el juego amoroso y reciben durante el acto
sexual. Mientas que las mujeres cuando expresan amor, quieren sentarse y
compartir sus sentimientos. Los hombres se excitan solo con mirar, mientras que
las mujeres se encienden con el contacto físico y de la relación. Los hombres
tienen una necesidad biológica de liberación sexual cada cuarenta y ocho horas
o setenta y dos horas, mientras que la mujer rara vez tiene deseo sexual.
4.
Si los
esposos desean tener intimidad con su esposa no deben descuidar en conocer las necesidades emocionales básicas de la mujer: escucharlas, amarlas, honrarlas.
6. los dos deben hablar acerca de sus necesidades y buscar de forma
correcta la intimidad sexual.
5. No todo lo que el esposo
pide en la cama es bueno, en muchos casos es vergonzoso para la esposa y, por
ello, se retrae de su deber. Si quieren que sus esposas cumplan entonces deben
dejar a un lado sus términos sexuales de hombre porque, en muchos casos están
definidos por lo que vivieron en experiencias pasadas o en lo que vieron
en películas eróticas o pornográficas, lo
que solo alimenta la lujuria, los fines egoístas, pero no la intimidad. Aún en el lecho matrimonial debe haber
amor y respeto.
6. Si los esposos
quieren tener unidad sexual y disfrutar de la unión emocional y espiritual con
su esposa, debe dejar los atropellos en el lecho matrimonial. Terminar con las
incompatibilidades se logra honrando y respetando el deseo de la esposa y
teniendo un corazón tierno, sometiendo sus propios derechos por el bien de la
unidad.
7. El esposo debe
conocer al igual que en las otras áreas què es lo que le gusta a la esposa en
el área sexual y no obligarla a hacer cosas que no quiere porque viene a ser
una piedra de tropiezo para la esposa y debilita el propósito del
matrimonio.
8. El esposo debe
ajustar su comportamiento sexual por amor a su esposa y descubrir què es
lo que más le gusta a ella, aunque no parezca justo; de esa manera no la
atropella y a cambio recibirá vida sexual regular, comunión emocional y
espiritual.
9. La satisfacción
sexual puede existir aún si hay límites dentro del lecho matrimonial. Los
límites proporcionan unidad sexual. Si los esposos cruzan los límites rompen la
unidad y no aprenden que es el amor sacrificado, ni tienen la abundancia en su
matrimonio. Si el hombre deja la impureza sexual, la vida sexual de la pareja avanzará porque los dos tendrán un encuentro profundo en lecho matrimonial. Nada
habrá que interfiera en medio de los dos. Los esposos deben honrar a sus
esposas en el área sexual.
10. La reducción de la
variedad sexual no es tan importante como la unidad matrimonial. Aún en medio
de los límites en el lecho matrimonial hay disfrute y, si hay respeto por la esposa, estará muy feliz y dispuesta a satisfacer al esposo de forma regular.
11. Las esposas deben ayudar a sus esposos en su lucha sexual, ya que
son las únicas que pueden ayudarlos. Aunque no estén con mucho ánimo, deben
hacer un esfuerzo por amor a ellos y sacar un poco de tiempo. No se puede
esperar que los esposos permanezcan puros si se los rechaza continuamente.
Ellos son diferentes a las mujeres y las necesitan con regularidad. Deben las
esposas interesarse por las necesidades de sus esposos. Si ellos se dan el
tiempo de escuchar a sus esposas, entonces deben ser retribuidos con el mismo
amor a su necesidad.
Si queremos que haya intimidad sexual satisfactoria, debe haber intimidad emocional y eso depende de los dos.
Si queremos que haya intimidad sexual satisfactoria, debe haber intimidad emocional y eso depende de los dos.
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