Retornar a clases luego de vacaciones es algo pesado
para los niños, en especial si son pequeños. Por ello, es importante que los
padres los ayudemos a volver a sus actividades normales con una actitud
positiva. Pero si los padres también nos contagiamos del síndrome vacacional
tendremos doble problema. Es preferible que tú como adulto primero lo superes y
luego ayudes a tus pequeños. Tú como adulto primero debes tomar la actitud
positiva de volver a la vida normal, caso contrario terminarás contagiando tu
ánimo negativo a los más pequeños.
Te dejamos estas cinco claves:
1. Unas dos semanas antes de
volver a clases, debes empezar a retomar el horario normal de todas las
actividades. El horario de levantarse, de acostarse, de desayunar, de realizar
las actividades del día en la casa, realizando varias tareas. Esto evitará que
tus hijos vayan mal humorados y entren en un periodo de irritación el momento de entrar a clases.
2. Es importante realizar algún
repaso de las materias que reciben tus hijos, en especial en las que tienen
bajo rendimiento. Tú debes establecer un horario para repasos en ese período
que ya se acerca clases. De esta manera irá con refuerzo especial desde casa y le será más fácil seguir el ritmo de las
clases.
3. Transmite a tus hijos el deseo
de encontrarse con sus amiguitos de la escuela. Háblales de lo que podrá hacer
con ellos y cómo pueden aprender juntos. Hablarles de esta manera les hace ver
el regreso a clases de manera positiva. Sabrán que también la escuelita tiene
cosas buenas que ofrecer. Es muy importante que los padres impriman en la mente
del niño una imagen positiva de las maestras, de los compañeros y de las actividades
escolares. Solo así el regreso a clases se volverá más interesante para los
chicos.
4. Cuando ya sea tiempo de entrar
a clases, ayúdale a preparar la mochila y todos los materiales, poniendo
hincapié en que es bueno retornar a clases y que todos deben empezar nuevamente
a realizar actividades. Hay que dejar que ellos mismos guarden sus cosas según el
horario que tengan, para que desde ese momento vayan organizándose.
5. Habla con la maestra de tu
hijo y dile que, siempre que muestre pereza, lo anime a realizar sus
tareas y a compartir las actividades de
aula con sus compañeros. Los niños siempre necesitan un empujoncito para rendir
mejor. Si la maestra está pendiente de ellos, sabrán que no pueden hacer lo que
quieren.
6. Pon límites correctos a su
actitud negativa. Si los chicos no
quieren retomar sus actividades normales tras varios días, pese a que ustedes como padres han dado el ejemplo de
tomar con actitud positiva, entonces deben empezar a poner nuevamente las
reglas claras en cuanto a lo que hay que hacer. Pònles consecuencias a su
pereza o incumplimiento de tareas. No se puede permitir que hagan lo que
quieran. Nuestros hijos deben saber que ellos tienen una responsabilidad y que
tienen que cumplirlas o caso contrario tendrán una consecuencia.
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