viernes, 13 de enero de 2017

Siete barreras que debes destruir ahora para mejorar tu calidad de vida


La vinculación es la cura para para muchas enfermedades. Cuando reconocemos que necesitamos de los demás podemos recibir amor y nuestros vacíos se llenan. Por eso, las personas que necesitan de otras personas son las más afortunadas del mundo. Gracias a la necesidad, las personas y Dios pueden encontrarnos para brindarnos su apoyo.

No obstante, pese a que es bueno tener vínculos, hay algunas barreras que ponemos las personas, pero necesitamos derribarlas. Aquí te dejo esta descripción:

1. Heridas de pasado. Nuestra confianza se desarrolla en la infancia. Depende del cuidado de nuestros padres la percepción de que el mundo es confiable o no. Amamos porque nuestros padres nos cuidaron. Si somos bendecidos con cuidadores amorosos que satisfacen nuestras necesidades, desarrollamos el sentido de la confianza. Comenzamos a ver al mundo como un lugar confiable. Pero si por el contrario, solo recibimos golpes, gritos, crítica, odio, ofensas, entonces aprendemos que el mundo no es bueno ni confiable. Al aprender que el mundo es bueno y confiable podemos relacionarnos con otros y podemos dar y recibir amor. Pero si aprendemos que el mundo no es confiable nos ubicamos en la posición de: “no necesito a nadie " ¿Qué hacer?: Debemos ir actualizando nuestra memoria, debemos ir tomando las cosas buenas que nos han sucedido y las malas dejarlas en el pasado, caso contrario esta berrera para relacionarnos permanecerá intacta, lo cual no es bueno. Si no podemos hacerlo solos, hay que buscar ayuda profesional para encontrar el perdón y la paz del corazón.

2. Pensamientos distorsionados. “soy malo”, “no soy digno de ser querido, “algo de mi espanta a las personas”. Todos estos pensamientos no permiten la vinculación. Si bien es cierto que puede haber pasado en la infancia que no fuimos amados o que nos abandonaron, y crecimos con estos miedos de rechazo, sí podemos trabajar en nuestra mente y empezar a construir nuevos pensamientos. Sí tenemos derecho a ser amados ahora que somos adultos y también podemos dar amor. Lo recomendable es que hables de este dolor, lo dejes salir y empieces a darte una nueva oportunidad.

3. Sentirse diferente. Debes aceptarte cómo eres. Todos tenemos errores y debilidades. Todos en algún momento nos salimos de casillas y gritamos, o comemos demasiado o  nos sentimos incapaces de hacer algo. Ser vulnerable y fallar es bueno. La perfección, eso sí, no nos ayuda en la vida.

4. No merezco amor. La verdad es que el amor no se gana. Es simplemente algo que alguien decide sentir por nosotros. Y si alguien nos ama, hay que recibir ese amor.

5. Mis necesidades abrumarían a cualquiera. La realidad es que las personas necesitan ver nuestras necesidades para tener la oportunidad de amarnos y ayudarnos. No temas en contar tus necesidades, así evitarás quedarte aislado/a.

6. Mis sentimientos abrumarían a cualquiera. Esta convicción se debe a que en el pasado tal vez nadie nos apoyó. Pero no es cierto que ocasionará problema a la relación contar los sentimientos. Contarlos es bueno, pero recuerda contarlos a las personas adecuadas, quienes te pueden apoyar y comprender. Quizás anteriormente no le contaste a las personas adecuadas y te fallaron.


7. Las personas me controlarán. Muchas personas han sido golpeadas y controladas en una relación. Aprenden que la soledad es el mejor lugar, ya que no pudieron tener libertad. Lo cierto es que sí se puede tener libertad. Hay que aprender a poner límites correctos. Analizar qué relaciones me están ayudando a crecer. Decir no a las malas y si a las buenas.


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