Los hijos necesitan del amor de
sus padres. Ellos necesitan saber que son amados, que tienen un lugar en este
mundo y que pueden caminar con confianza porque tienen unos padres para
guiarlos y encaminarlos. Este amor se refleja en el trato, en los abrazos, en
la voz, en la calidez, confianza y comprensión entre padres.
Un niño se siente amado y seguro
con el solo hecho de ver como mamá y papá se tratan con respeto. Tal es así, que
si uno de los dos muriera, el niño crecerá con toda confianza por el amor que
vio entre sus padres cuando fue pequeño. Incluso si no pudo conocer a uno de
sus padres, porque murió antes de su nacimiento, el niño crecerá seguro, si el
padre sobreviviente le habla bien de su de él o ella.
El amor es tan necesario para
tener hijos saludables. Los hijos necesitan ser abrazados por sus padres. Solo así
sienten que tienen un contacto físico y
emocional con sus seres amados. Los abrazos llenan de energía tanto a los hijos
como a los padres. Los abrazos muestran a los niños que no están solos, que
puede contar con sus padres; les anima a expresar sus sentimientos y emociones más
profundas. Los abrazos aportan seguridad y protección a los hijos. Con un solo
abrazo el niño puede parar una gran rabieta.
Los abrazos deben ser sinceros de
padres a hijos. Ellos sienten la energía que les transmitimos y se dan cuenta
cuando un abrazo es real. Solo el amor verdadero le permite recibir los abrazos
de sus padres, por eso las relaciones deben ser sanas. Con un abrazo se puede calmar a los niños que están tristes, confusos, enojados.
Beneficios de los abrazos en los niños
1. Hay que abrazar las veces que
sean necesarias. Esto demuestra el amor que sentimos por nuestros hijos. Es tan
importante abrazarlos porque así crece su estima, su valía. Al verse rodeado de
abrazos de papá y mamá, desde su infancia, le hará doblemente seguro. Sentirá
tanto amor y cariño, que ese mismo cariño podrá transmitir luego a sus hijos
cuando sea adulto.
2. Los abrazos llenan a los niños
de gran salud emocional. Su estima de sí mismo será muy alta. Se verá siempre
con buen concepto. El niño sabrá que es importante y valioso. Siempre tendrá pensamientos
positivos de sí mismo y se sentirá feliz ante los demás.
3. Los abrazos crean cercanía familiar.
El niño siente que es parte de la familia, que tiene un lugar importante en su
hogar, entre sus padres y hermanos. No necesita más. Solo necesita saber que su
pertenencia está asegurada y cuando salga afuera, al mundo que le rodea, saldrá
lleno de confianza, recordando que tiene una familia unida y amorosa. El primer lugar para sentirse aceptados es
el hogar. Si ellos sienten que no son amados, simplemente perderán el
sentido de la vida y crecerán sintiéndose siempre solos.
4. Los abrazos llenan de fuerza y
ánimo, aún al niño más decaído. Por eso los abrazos que damos deben estar lleno
de emoción y de amor. Los abrazos, más las frases de amor, los gestos positivos,
el cuidado la protección, el ayudarles cuando fracasan, todo ello, ayuda a
construir una vida sana y equilibrada en nuestros hijos. Nunca dejes de abrazar
a los niños, a tus hijos. Experimentarás los resultados incluso en tu propia
vida.
5. Los hijos necesitan ser amados
por sus padres, los hijos necesitan saber que tienen a alguien en este mundo a
quien acudir. Los niños no deben ser dejados sólo con niñeras, los niños necesitan
de un padre y una madre que sepan acompañarlos con amor, protección, cuidado, a
los largo de su crecimiento. Los hijos son una bendición. Hay quienes no pueden
abrazar, porque no pueden tener hijos y
sufren. Aprovecha tú que tienen hijos y tómalos, aprópiate de ellos y ámalos.
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