El relacionarse con los demás es un
proceso que empieza en la infancia. Del vínculo y el apego que tenga el niño en
la infancia dependerá su vida adulta sana. Si no logra tener fuertes vínculos
en la infancia, en su vida adulta, caerá en aislamiento, depresión, ansiedad,
enfermedades mentales y físicas.
¿Cómo puedes ayudarlo a vincularse de
mejor manera en su infancia? Toma en cuenta las siguientes consideraciones:
1. El primer vínculo o relación que tiene el niño recién nacido es
con su madre. Recuerda que en el vientre está bien protegido, alimentado y sin frío.
El momento que sale del vientre, el niño se halla en aislamiento emocional,
pero luego que el doctor lo lleva a los brazos de su madre, recibe directamente
de la madre el calor, el alimento, el amor. Allí empieza su primer vínculo
emocional.
2. El niño con el tiempo interioriza el cuidado y amor que tú le das
como madre y comienza a almacenar esos recuerdos de cuando fue cuidado y consolado.
Interioriza lo que tú como madre haces por él o ella. Esta internalización de
tu amor y cuidado le da seguridad.
Acumulará estos recuerdos y los usará en tu ausencia de madre y le ayudará a
relacionarse con otra persona que le cuida.
3. El niño necesita muchas experiencias amorosas, miles momentos de
conexión para guardarlos y sentirse seguro. Así se construyen los rastros de
memoria de amor y conexión de cuidado, que luego el dará a otros.
4. A medida que la relación se torna más fuerte contigo, el
niño puede llegar a otro nivel. Puede recibir la experiencia de ser amado constantemente,
incluso aunque tú no estés. También llegará a amarte fuertemente. Todo este
amor que recibe lo ayudará en su vida adulta. Ante el miedo o dolor, pensará en
ti y en todos aquellos que lo aman y sacará valor y esperanza. Además esta
constancia emocional permite a tu niño de tres años jugar solo en el
patio sin miedo o permite que tu esposo trabaje en su oficina sin que tú estés
a su lado.
5. El vínculo entre tú y tu niño, es el inicio de todo proceso, físico,
psicológico y neurológico dentro del niño. Debes saber que para eso se hizo la
maternidad. Tu cercanía ayuda a tu niño a enfrentar la vida, a ser parte de la
humanidad, a tener una pertenencia en este mundo.
6. Si tu niño se vincula bien en su primer año de vida, el segundo
año se volverá más independiente, seguirá con los vínculos y reconocerá qué está
bien o qué está mal. También aprenderá cómo debe tratar con el fracaso.
7. La seguridad que gana tu niño en este
proceso, le ayuda a ir confiado a involucrarse con otros, donde desarrollará
vínculos de amistad y se sentirá que es parte del grupo. Al sentirse bien
como parte del grupo desarrollará
más vínculos, primero con los del mismo sexo y luego con los del sexo opuesto con
el enamoramiento.
8. Al haber desarrollado fuertes lazos con familia y amigos, podrá
sentirse que puede dejar el hogar, conseguir un trabajo, ir a la universidad, etc.
En esta nueva etapa de universidad desarrollará amistades que lo ayudarán
a prepararse mejor para la vida adulta. Es allí donde tendrá vínculos fuertes
que lo animaran y apoyarán el resto de su vida.
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