sábado, 21 de enero de 2017

Niños:Tres razones por las que los niños roban



Ningún niño no nace cleptómano o nace con una conducta inclinada al robo, a la mentira, a la pelea. No hay estructura en la mente que diga que el niño nace dispuesto a tomar esas actitudes o comportamientos. Simplemente es aprendido en el hogar, en la sociedad o hay un trastorno mental.

Hay que trabajar en la infancia o en la adolescencia antes de que sea demasiado tarde. La edad de la adolescencia va de los 12 a 18 años, el púber de 9 a 12 años y pre púber debajo de los 9 años.

Hay que enderezar a los hijos antes de los 18, así se evitará una personalidad antisocial, de peligrosidad dependiendo de dónde incurra el delito porque puede ser que mienta, robe, pelee. Allí en esas áreas hay que trabajar, siempre buscando la raíz del problema.

Los seres humanos se construyen en el hogar, la familia, la escuela y la sociedad. Si el hogar anda mal, la escuela manda mal y la sociedad anda mal,  vamos a tener muchos seres humanos mal formados y violentados la norma de convivencia pacífica. La base moral y afectiva es importante para el crecimiento.

Etapas del robo
A los años dos a  tres se considera una conducta normal porque los niños son egocentristas. Todo lo que les gusta lo toman. No tienen el sentido de lo que es tuyo o es mío. En esta etapa hay que ir de la mano con el niño a devolver el objeto para que el niño tenga la seguridad que esta actitud no está bien, pero que no sea con golpes o regaños. No se debe usar la frase:” eres un ladrón”.

Los padres, en esta etapa, deben relajarse porque su conducta es natural, pero debe ser corregida .Es necesario ahondar en el valor de la honestidad y la  responsabilidad de actos y, por ello, desde pequeños se les ayuda a devolver objeto que no es suyo. Los papis no deben escandalizarse en esta etapa, pero si deben preocuparse a partir de los seis años en adelante, donde allí ya es una conducta  consciente.

El niño en pre kínder que toma algo, sabe que no es suyo pero se lo lleva. Si no se ha hablado con ellos de la forma correcta o se les  ha golpeado mucho, entonces el niño manifestará trastornos en cuanto a control de esfínteres y se hará hace pipi, popo o  romperá cosas. Eso quiere decir que la mamá no está haciendo  la conexión de emociones de manera correcta, ya que allí hay que tomar en cuenta que el niño lo que está tratando de decir es: “estoy perdiéndote mamá”

En los inicios, esta actitud  de robo en  los niños se da por impulsos. La madre puede tomar dos caminos: castigar en extremo con golpes, y el otro que es pasarlo por alto. Pero hay que entender que el niño está  satisfaciendo un deseo, está pasando una etapa de frustración. Y superar la frustración es algo que se aprende, pero no a golpes.
El niño más grande, de seis en adelante, ya sabe que es coger algo que no le pertenece. Y si es muy recurrente el problema ya es psicológico.

Un niño que roba es diferente a los tres, cuatro, púber y adolescente. En la adolescencia lo común es: Préstame tu lápiz, pero no lo devuelve. Es una forma enmascarada de robar. Ya no lo roba directo, sino que lo toma como una broma.

 Las razones:
a. Los niños los toman o bien porque no tienen o porque se les da todo muy fácil. Pero hay niños que  lo hacen por una vez y nunca más lo hacen cuando se les corrige.
b. La segunda razón es que  el tema del robo tiene que ver con una respuesta a un sentimiento frustrado y directamente  con la mamá. Tiene que ver con un amor no correspondido por la madre en etapas tempranas: bebe, niño de 0 a 2 años. De una desatención o respuestas equivocadas que pueden tener la mamá con este hijo desatendido. Por ejemplo el niño pequeño que ve nacer a un nuevo hermanito y, que  empieza tomar cosas, se resigna a que está perdiendo amor de mama, pero no entiende que  la madre debe atender al bebe; entonces, mamá para corregir las cosas que toma el niño, le da manazos, le habla, le recrimina, etc. En este caso, la mamá no entiende cuál es el origen del comportamiento solo está juzgando el hecho. Lo correcto es enseñarle que las cosas tienen límites y que hay nuevos roles que cumplir y demostrarle que no lo dejarán solo. Pero si se lo castiga con agresividad, robará más o mostrará otras actitudes para llamar la atención de la madre.
c. La tercera razón son los factores  familiares: separación de los  padres, falta confianza con los  padres, soledad, depresión, autoritarismo de los padres, ansiedad, un nuevo hijo, etc.

Robo persistente
El niño que roba frecuentemente está buscando  afecto o está tratando reencontrarse con su mamá.  Por eso las mamas, al tratar de corregirlo, deben saber esto y tener paciencia. Este es el origen de la cleptomanía, es la dificultad de entender que su mamá ya no le pertenece, que él ya creció.

El componente psicológico es problema. Hay carencia afectiva importante, hay una carencia emocional inestable. Cada vez  toman más cosas y no les satisface. Ahí se vuelve problema y hay que buscar la raíz.

Muchas veces este tipo de robo persistente o psicológico está relacionado con la mentira. Mentira y robo está relacionado con la frustración: el no saber cómo llevar la frustración o cómo enfrentar una pérdida o una situación estresante o ansiosa que está viviendo en su entorno.

¿Cómo ayudar?
1. Muchas veces pensamos que al año los niños son muy pequeños para ser corregidos, pero desde allí toda conducta debe ser corregida: berrinche, mentiras, tomar cosas, gritos, etc. No hay que esperar a los tres años para ir diciendo lo que está bien o mal. Mientras más nos repiten, más consientes somos y  nos  vamos grabando lo que nos dicen. Lo mismo con los niños.

2. Al cuarto y quinto año, no etiquetarlo “haz robado, eres un ladrón”. Enséñele a devolver las cosas,pero evite dañar su autoestima.No golpee,no grite.Se firme,pero trate con misericordia al niño. 

3. De seis años en adelante profundizar  en el origen del robo. Trabajar directamente con padres, más que con los niños. Ya que depende mucho lo que los padres hacen o dicen y cómo esto está influyendo en la vida de sus hijos o cómo lo están interpretando.

4. El ejemplo es importante, si los padres entra al cuarto de sus  hijos deben  pedir permiso para tomar algo de su cuarto. Esto ayuda a que el niño sepa o tome consciencia de que es correcto pedir permiso para tomar algo. El respeto debe ser paralelo, los niños también deben ser tratados con respeto, sin gritos o golpes

5. Hay que ser abiertos a escuchar a los  hijos,  no desprecien su edad. Ellos tienen sentimientos, deseos igual que el adulto. No es que yo mando en casa y tu opinión no vale. Por esto los niños sufren ansiedad y depresión. También la ausencia de padres en casa los afecta.

6. El tiempo debe ser de verdad compartir con ellos, no solo para mandar o poner reglas, sino para jugar y estar presentes en sus vidas, cuando tienen inquietudes, y cuando hay que poner límites, hacerlo sin ir a los extremos. Si un niño no tiene ese afecto  va a coger cosas para llenar el vacío o va a demostrar cualquier otra actitud negativa.

7. Hay que tener cuidado como se reacciona, caso contrario, se queda fijado en el pensamiento una idea negativa en los niños. Por ejemplo: el niño dice: “como no pude conectarme con mamá sigo robando” Los adultos que roban dicen: “no pasa nada si me llevo la cinta scotch”





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