El estrés labora afecta a
las personas a nivel emocional y psicológico. El mundo actual impone retos que
sobrepasan los límites y capacidades de las personas, dando como ello personas
estresadas que pueden caer en disfunciones físicas, mentales y sociales que
merman su productividad y su calidad de vida. Por ello, se hace importante
conocer más porqué se produce esta alteración. Si el estrés no se controla a
tiempo, se puede pasar luego al burn out, que es una problemática más
complicada.
El estrés es un cansancio emocional normal. Es parte del mecanismo de defensa que tenemos los seres humanos para ayudarnos a salir de situaciones difíciles o de crisis. Motiva a tomar un cambio, más que a quejarse. El estrés protege a las personas en situaciones de agotamiento y ayuda para sobrevivir en situaciones de peligro real.
En el
libro "Mejor son de que uno" se nos dice que el estrés es un
mecanismo para la supervivencia, es decir nos permite enfrentar situaciones de riesgo. Por ejemplo: cuando
cruzamos una calle, necesitamos estar concentrados y en alerta, pero no preocupados.
Lo que hay que evitar es estar en continua sobrevivencia, ya
que esto provoca que el ritmo cardíaco aumente hasta cinco veces más de su
ritmo normal y, en algunos casos, provoca alteraciones de la salud, en especial
a nivel cardíaco.
De igual manera, el estrés
es un mecanismo de adaptación que nos ayudan ante la dificultad; permitiendo
que en situaciones nuevas e inesperadas se active la zona pre
frontal, gracias a lo cual las personas pueden prestar atención y tomar de
decisiones.
Efectos nocivos del estrés
Pueden producirse los siguientes efectos:
Pueden producirse los siguientes efectos:
a. A nivel físico: fatiga,
dolor en el pecho, mareos, alta presión arterial
b. A nivel de
comportamiento: Aislamiento, inhabilidad para descansar, consumo alcohol,
desconfianza y actos antisociales.
c. A nivel cognoscitivo:
Confusión, pérdida de tiempo, pensamientos perturbados, pesadillas, imágenes
importunas.
d. A nivel emocional:
Ansiedad, pánico, miedo, sentirse abrumado y depresión en algunas etapas.
Tipos de estrés:
Agudo: Es una reacción
psicológica inmediata a un evento traumático.
Diferido: Es una reacción
psicológica o emocional, retardada. Las manifestaciones llegan meses después.
Acumulado: Es una reacción
que se suma a otras. Es importante tomar conciencia de los factores que
desencadenan el estrés y aprender a tener control de pensamientos
Síntomas del estrés:
Sobresalto, dolor cabeza,
desmayos, dificultades dormir, pesadillas, alteraciones, presión arterial,
depresión, vómitos, temblores, desmayos, llanto, etc.
¿Cómo ayudar?
Es
importante concentrarse en las prioridades, en lo urgente. Tener un
equilibrio en todo, preocupándonos también por nosotros, nuestro descanso y
recreación personal. Debemos aprender a decir NO cuando es necesario y aprender
a dialogar, pues así se puede descargar tensiones.
El Burn out
Una vez que el estrés se transforma en
burn out, entonces la situación se vuelve más problemática.
Por ello,
es importante identificar pronto los síntomas para combatirlos a la brevedad posible.
El burn out es una acumulación de estrés, mucho estrés y demasiado estrés.
Sìntomas
El burn out es el síntoma
de agotamiento o desgaste total de la persona, donde se han acabado las fuerzas
y no se puede dar más de uno mismo. La persona vive siempre en estado de
alerta, depresión. Aparece una pérdida de interés por la gente con la que se trabaja,
se presenta un malestar en general: fatiga, insomnio, úlceras, cardiopatías, alergias,
agotamiento total, pérdida menstruación en mujeres. Además, ideas suicidas,
irritabilidad, deseo de dejar el trabajo, impaciencia, celos, conductas
agresivas, indiferencia y desesperación frente al trabajo, etc.
¿A
quiénes afecta?
Afecta a personas que
están ayudando o atendiendo a otras personas y entre esos están: médicos,
pastores, psicólogos, consejeros, servidores públicos, enfermeras, educadores,
abogados, etc.
Prevenir burn out
Los consejeros, Erik
Vàsquez y Ediana Marìn, recomiendan lo siguiente:
1. A nivel personal.
Mantener equilibrio entre horas de vigilia y horas de dormir. Evitar
noches completas sin dormir o periodos largos de solo dormir dos o tres horas.
2. Mantener alimentación
sana y equilibrada. Es bueno un chequeo médico cada año de sangre y colesterol.
Frutas, verduras, agua es altamente bueno y moderar carbohidratos y carnes
rojas. Controlar presión arterial. Ésta no da señales, pero causa muerte.
3. A nivel de
comportamiento, es necesario tomar vacaciones, pero cambiar de actividad en
este tiempo. Mantener en orden los papeles, cosas y compromisos que simplifican
la vida y reduce la tensión. Ejercicios por lo menos treinta por dos o tres
veces a la semana. Es bueno contar con alguien con quien conversar, alguien
maduro en fe y experiencia de vida, contar con pequeño y selecto grupo de
amigos cercanos que tengan motivaciones sanas y que pueden ser de
referencia a la hora de tomar decisiones importantes. Esto evitara el
aislamiento, soledad, egocentrismo.
4. A nivel cognoscitivo:
Dormir bien y lo suficiente. Hacer ejercicios de lógica matemática pues
son buenos para tener mente ágil. Puede ser crucigrama o Sudoku.
5. A nivel emocional y
relacional. Mantener y cultiva relaciones sanas y hasta cierto punto relaciones
de confianza donde podamos ser vulnerables.
6. A nivel institucional.
Conocer fortalezas, debilidades y límites. En bueno conocerse. Debemos saber
que no todo lo podemos hacer. La persona en riesgo de burn out debe saber que
no debe salvar al mundo solo. Hay que saber en qué casos debería ser atendido
por otro colaborador, confíe en otros. Es importante tener una lista de apoyo y
de derivación de casos que no podemos atender. También estar en contacto con
profesionales de la psicología o psiquiatría, terapia familia, personas que
animen la vida espiritual.
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