domingo, 19 de febrero de 2017

LIBÉRESE DEL DESGASTE EMOCIONAL




El estrés labora afecta a las personas a nivel emocional y psicológico. El mundo actual impone retos que sobrepasan los límites y capacidades de las personas, dando como ello personas estresadas que pueden caer en disfunciones físicas, mentales y sociales que merman su productividad y su calidad de vida. Por ello, se hace importante conocer más porqué se produce esta alteración. Si el estrés no se controla a tiempo, se puede pasar luego al burn out, que es una problemática más complicada.

El estrés es un cansancio emocional
 normal. Es parte del mecanismo de defensa que tenemos los seres humanos para ayudarnos a salir de situaciones difíciles o de crisis. Motiva a tomar un cambio, más que a quejarse. El estrés protege a las personas en situaciones de agotamiento y ayuda para sobrevivir en situaciones de peligro real.

En el libro "Mejor son de que uno" se nos dice que el estrés es un mecanismo para la supervivencia, es decir nos permite enfrentar situaciones de riesgo. Por ejemplo: cuando cruzamos una calle, necesitamos estar concentrados y en alerta, pero no preocupados. Lo que hay que evitar es estar en continua sobrevivencia, ya que esto provoca que el ritmo cardíaco aumente hasta cinco veces más de su ritmo normal y, en algunos casos, provoca alteraciones de la salud, en especial a nivel cardíaco.

De igual manera, el estrés es un mecanismo de adaptación que nos ayudan ante la dificultad; permitiendo que  en  situaciones nuevas e inesperadas se active la zona pre frontal, gracias a lo cual las personas pueden prestar atención y tomar de decisiones.

Efectos nocivos del estrés
Pueden producirse los siguientes efectos:

a. A nivel físico: fatiga, dolor en el pecho, mareos, alta presión arterial
b. A nivel de comportamiento: Aislamiento, inhabilidad para descansar, consumo alcohol, desconfianza y actos antisociales.
c. A nivel cognoscitivo: Confusión, pérdida de tiempo, pensamientos perturbados, pesadillas, imágenes importunas.
d. A nivel emocional: Ansiedad, pánico, miedo, sentirse abrumado y depresión en algunas etapas.

Tipos de estrés:
Agudo: Es una reacción psicológica inmediata a un evento traumático. 

Diferido: Es una reacción psicológica o emocional, retardada. Las manifestaciones llegan meses después.

Acumulado: Es una reacción que se suma a otras. Es importante tomar conciencia de los factores que desencadenan el estrés y aprender a tener control de pensamientos

Síntomas del estrés:
Sobresalto, dolor cabeza, desmayos, dificultades dormir, pesadillas, alteraciones, presión arterial, depresión, vómitos, temblores, desmayos, llanto, etc.

¿Cómo ayudar?
Es importante  concentrarse en las prioridades, en lo urgente. Tener un equilibrio en todo, preocupándonos también por nosotros, nuestro descanso y recreación personal. Debemos aprender a decir NO cuando es necesario y aprender a dialogar, pues así se puede descargar tensiones.

El Burn out
Una vez que el estrés se transforma en burn out, entonces la situación se vuelve más problemática. Por ello, es importante identificar pronto los síntomas para combatirlos a la brevedad posible. El burn out es una acumulación de estrés, mucho estrés  y demasiado estrés.

Sìntomas
El burn out es el síntoma de agotamiento o desgaste total de la persona, donde se han acabado las fuerzas y no se puede dar más de uno mismo. La persona vive siempre en estado de alerta, depresión. Aparece una pérdida de interés por la gente con la que se trabaja, se presenta un malestar en general: fatiga, insomnio, úlceras, cardiopatías, alergias, agotamiento total, pérdida menstruación en mujeres. Además, ideas suicidas, irritabilidad, deseo de dejar el trabajo, impaciencia, celos, conductas agresivas, indiferencia y desesperación frente al trabajo, etc.

¿A quiénes afecta?
Afecta a personas que están ayudando o atendiendo a otras personas y entre esos están: médicos, pastores, psicólogos, consejeros, servidores públicos, enfermeras, educadores, abogados, etc.

Prevenir burn out
Los consejeros, Erik Vàsquez y Ediana Marìn, recomiendan lo siguiente:
1. A nivel personal. Mantener  equilibrio entre horas de vigilia y horas de dormir. Evitar noches completas sin dormir o periodos largos de solo dormir dos o tres horas.

2. Mantener alimentación sana y equilibrada. Es bueno un chequeo médico cada año de sangre y colesterol. Frutas, verduras, agua es altamente bueno y moderar carbohidratos y carnes rojas. Controlar presión arterial. Ésta no da señales, pero causa muerte.

3. A nivel de comportamiento, es necesario tomar vacaciones, pero cambiar de actividad en este tiempo. Mantener en orden los papeles, cosas y compromisos que simplifican la vida y reduce la tensión. Ejercicios por lo menos treinta por dos o tres veces a la semana. Es bueno contar con alguien con quien conversar, alguien maduro en fe y experiencia de vida, contar con pequeño y selecto grupo de amigos  cercanos que tengan motivaciones sanas y que pueden ser de referencia a la hora de tomar decisiones importantes. Esto evitara el aislamiento, soledad, egocentrismo.

4. A nivel cognoscitivo: Dormir bien y lo suficiente. Hacer ejercicios de lógica matemática pues son buenos para tener mente ágil. Puede ser crucigrama o Sudoku. 

5. A nivel emocional y relacional. Mantener y cultiva relaciones sanas y hasta cierto punto relaciones de confianza donde podamos ser vulnerables.


6. A nivel institucional. Conocer fortalezas, debilidades y límites. En bueno conocerse. Debemos saber que no todo lo podemos hacer. La persona en riesgo de burn out debe saber que no debe salvar al mundo solo. Hay que saber en qué casos debería ser atendido por otro colaborador, confíe en otros. Es importante tener una lista de apoyo y de derivación de casos que no podemos atender. También estar en contacto con profesionales de la psicología o psiquiatría, terapia familia, personas que animen la vida espiritual.

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