viernes, 30 de diciembre de 2016

Once claves para tener un buen matrimonio

            

Las disputas y la incompatibilidad siempre existirán en el matrimonio. Es por eso que  los hombres deben  tener un corazón tierno y deben  someter sus derechos por el bien de la unidad. Deben dejar la testarudez y tener la disposición de amar a sus esposas. Deben estar dispuestos a cambiar ciertos rasgos masculinos que les hace pensar que lo tiene todo resuelto hasta el matrimonio.

El autor del libro "el deseo de cada mujer" quiere que conozcas los siguientes aspectos, y hagas cambios en tu vida, si quieres mantener un buen  matrimonio:

1. Los hombres son rebeldes y hacen lo que quieren hacer. Se aburren enseguida de la vida recta. Pero deben saber que si quieren tener una relación saludable, deben hacer lo correcto, caso contrario irán de tumbo en tumbo, pasando de una relación a otra, sin encontrar estabilidad ni emocional, ni personal y peor familiar.

2. El ego masculino es mayor. No quieren dejar ver su fragilidad. No quieren verse vulnerables y que los hieran. Ven como amenaza los dones de la esposa y no quieren que las esposas tengan el control de las cosas, pero es necesario que cambien este pensamiento porque lo único que quieren las esposas es poder sentirse útiles y ver marchar su hogar de manera correcta.


3. Los hombres son menos sensibles a necesidades de los demás. Y más si se trata de que sus necesidades sexuales se satisfagan. Por eso, el esposo debe ser más sensible con la esposa. Esto le traerá más cercanía y  la relación sexual mejorará. Debe recordar que la esposa no tiene el mismo deseo que el esposo.


4. Los  hombres tienen menos capacidad de expresar emociones y sentimientos de manera verbal. Por naturaleza, guardan sus emociones porque no quieren mostrarse débiles o que tienen miedo. Por eso, esconder de sus esposas sus sentimientos. Mucho les ayudará si expresan sus emociones porque encontrarán mayor empatía de sus esposas y ellas los comprenderán mejor.


5. El cerebro masculino está más orientado a los hechos y la lógica. Las mujeres son más emocionales e intuitivas. Los hombres tratan de evitar conflictos y no ayuda mucho en la comunicación. Cuando escuchan los hombres solo usan un lado cerebro, las mujeres usan los dos. Los hombres no deben ver como algo malo la intuición de sus esposas. Ellas pueden ser de mucha ayuda sobre todo en casos de mucho riesgo, como por ejemplo una inversión. La esposa aprende a mirar todo lo que rodea una situación.


6. Los hombres se estimulan sexualmente por la vista que sumada a la rebeldía natural que tienen, provocan obstáculo a la unidad matrimonial. La lujuria endurece el corazón de un hombre hacia la esencia sexual de su esposa  y, por ello, piensan que deben satisfacer sus deseos en el momento que el pide o amenazan con buscarlo en otro lado. Esta actitud egoísta debe cambiar. La mujer necesita ser entendida por su esposo y no que la cambien por otra mujer, solo por no estar en condiciones de satisfacerle sexualmente en el momento que quiera él.


7. Los hombres piensan que no tienen la responsabilidad de alimentar la relación en el matrimonio, sino que esa tarea le corresponde a la esposa. Les surge la pereza, pero deben hacerlo también. Las mujeres necesitan los mismos detalles que ella entrega a su esposo. Ella también necesita de mensajes, de abrazos, de caricias, de buen trato.


8. Los hombres necesitan menos romance que las mujeres. Pero deben saber que las mujeres tienen el romance a flor de piel. El romance es el combustible que las hace funcionar: las sorpresas, flores, regalos, salidas, abrazos, etc. El romance para las esposas es más que una relación sexual. Ellas se sienten amadas cuando son valoradas y consideradas por cada detalle que dan.


9. El hombre le da mayor valor a su trabajo porque le sube la estima, pero para la mujer el esposo es su escudo contra la inferioridad. En este punto tanto hombre como mujer deben aprender a valorarse  más que cualquier otra cosa, No se puede poner en primer lugar el trabajo. Lo primero es la familia y la relación y, para ello, hay que dar tiempo. La mujer en tanto debe tener su confianza en sí misma y no en el esposo. Su estima debe basarse en lo que puede hacer y lo que es como persona.


10. Los hombres esperan paz y suficiente relación sexual de su matrimonio, en tanto que las mujeres esperan unidad, pero muchas veces sienten que deben ahogar sus necesidades y responder a las de sus esposos, lo cual no es correcto. Por este motivo, el hombre debe saber que no siempre habrá paz, en algún momento habrá conflicto y frustración porque esto es parte de la vida. Lo importante es saber cómo enfrentan esa frustración como pareja. De igual manera, el hombre no solo debe esperar relación sexual, ya que hay momentos en la vida de la mujer en donde ella necesita descanso: estar embrazada, tener hijos pequeños, tener preocupaciones, etc. Todo ello merma el deseo en la mujer, pero si  el esposo es comprensible, la esposa sacará espacio para el esposo.


11. hombres deben evaluar sus puntos débiles si quieren ser de impacto  en el matrimonio. Pueden preguntarle a sus esposas o a otros líderes acerca de  cómo lo ven en su carácter para mejorar. No deben sentirse satisfechos con lo que son. Siempre habrá una mancha que limpiar o algo en lo que hay que madurar. Es necesario hacerse una autovaluación continua.
 

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