lunes, 8 de mayo de 2017

CLAVES PARA MEJORAR LA RELACIÓN CON LOS ADOLESCENTES



Los padres necesitan estar tener claridad sobre su vida, deben saber decir sí o no en el momento en que corresponda, caso contrario los hijos adolescentes lo verán como un padre fácil de manipular. Recordemos que ello están en una etapa de cambios importantes y están a un paso de convertirse en adultos.

Los adolescentes quieren hacer cosas por sí mismos, quieren irse soltando del lado de los padres, lo cual es normal, ya que tienen que hallar su propia forma de ser. Ellos suelen tomar decisiones de último momento. Ellos buscarán que uno de los padres fáciles les ayude.

Los padres fáciles son amorosos tranquilos, pero deja que sus hijos se aprovechen y saquen ventaja. Este tipo de padre interrumpe planes hechos con semanas de anticipación, con tal de ayudar a sus hijos a última hora.

Este tipo de padres tiene que enseñar a sus hijos que deben aprender a planificar y organizarse. Cuando le pase algo así diga: “Lo siento. Ojala me lo hubieran dicho antes, porque tengo algo que hacer ahora. Buena suerte”.

Los hijos desarrollaran autodominio y responsabilidad en la medida en que sus padres tengan límites saludables. Cuando de buenos padres se trata, lo que somos importa más de lo que digamos.

Todos los padres hemos advertido o amenazado  con alguna consecuencia que cae en el olvido. Pero tenga cuidado, los chicos aprenden más de lo que viven que de lo que oyen. Es necesario enseñar y hablar de límites en casa. Son cosas importantes. Pero estas reglas solo tendrán significado si usted las sostiene y las hace cumplir.

Los adolescentes aprenderán una lección potente si pierden algo que les encanta a causa de una mala decisión. Cuanto más experimenten las consecuencias negativas de sus malas decisiones, mucho mejor  será  su vida interna y  el autodominio que los adolescentes desarrollen.

Cada vez que reciben límites de los padres, ellos reciben algo que no obtendrán por sí mismos. Cada vez que pase por este proceso, el adolescente tendrá mayor consciencia, será menos impulsivo, un poco más responsable y pensará más en el control que tiene que tener en el futuro.

Desarrolle cuatro capacidades claves
El Doctor John Townsend, autor del libro “Limites con los adolescentes”, recomienda a los padres desarrollar cuatro capacidades o habilidades. Esto le ayudara a establecer y sostener límites saludables que luego formarán parte del carácter de sus hijos. Estas habilidades son:

1. Definición: Cuando usted está definido sabe qué esperar de su adolescente y también qué cosas no quiere. Por lo general, los adolescente,  los hijos resisten lo que son sus padres,  ya que ellos están intentando definirse o ser ellos mismos .Los padres deben definirse y adoptar posiciones claras. Es importante que sepa decir, si o no. Poner límites significa eso:saber cuándo decir si o cuándo no.

Los hijos pueden pedir muchas cosas. Pero los padres definidos saben cuándo poner un límite. Los hijos  que tienen suficientes experiencias de lìmites con sus padres saben cuándo papá o mamá no están contentos.

Pregúntese:
¿Quién es usted?
¿Qué es lo que quiere?
¿Qué valora?
  
2. Sentido de individualidad.
Los padres deben  ser ellos mismos. Deben experimentar sentimientos y emociones diferentes a los hijos. Solo así podrán apartarse de las exigencias enojos y conducta de sus hijos .Pueden responder de manera adecuada sin caer en el drama.

Si los padres  no pueden despegarse de los hijos y sentirse ellos mismos, se dice que están enredados con sus hijos. Se pierden en el mundo y sentimientos de ellos. Los padres enredados  suelen sentirse responsables  de la infelicidad  de sus hijos o deseos de sus hijos y pierden la perspectiva y capacidad  de  decisión. 

Sentirse individuos no significa desconectarse de los hijos, ni guardar distancia. Los adolescentes necesitan de sus padres y de su amor. Pero también los padres deben saber que no deben sentirse responsables  de todo lo que sientan sus hijos.

Renuncie a la fantasía de que usted hace feliz a sus hijos. Ocúpese de que crezcan en un ambiente seguro  para que maduren hasta ser adultos felices.

3. Sinceridad.
Poner límite implica ser sincero con los hijos y vivir en la realidad. Ser sincero  significa hablar directamente con los  hijos cuando traspasen la línea establecida o las reglas impuestas. Significa evitar decir que algo está bien cuando sabe en su corazón que  no lo está. Significa ayudar a los hijos a tener conciencia de sus debilidades y problemas para que no se cieguen.Ejemplo:

“Puedes ser realmente egoísta y esto nos afecta y también afecta tus amistades. Voy a trabajar contigo sobre esto”.

4. Persistencia
Los hijos presionan, empujan y uno cede, deja el tema o pospone la consecuencia. Los padres no soportan esta situación, quisieran que sus hijos les obedezcan en todo, pero este proceso de crecimiento es normal, ellos tienen que llegar a ser adultos. Esta lucha con los padres les enseña a negociar en la realidad.

Pese a la presión de ellos, hay que saber ser persistente. Mantenga las  reglas y consecuencias mientras sean razonables. Los hijos irán contra nuestra decisión diez mil veces. Nuestra tarea es mantenernos firmes diez mil y una veces. Respire hondo, converse con amigos, pero mantenga la firmeza.

Los padres enseñan a los hijos a vivir.Usted necesita ser fuerte para resistir los choques, una y otra vez. Debe permanecer fuerte para que los hijos vayan por su carril.

4. Conéctese
Usted necesita estar conectado con otros padres de adolescentes. Los hijos necesitan saber que usted tiene relaciones profundas y con significado. Relacionarse permite caminar la vida lleno de buen combustible. Usted necesita tener energía suficiente para criar a los hijos. Y necesita tener relaciones buenas con otros y compartir experiencias.

Debemos conectarnos con otros adultos sanos. No es suficiente toda la dedicación, la fuerza de voluntad, las buenas intenciones. Usted necesitará de alguien que le acompañe cuando usted caiga.

Cuando los padres no se relacionan, suelen caer en el error de contar sus problemas a los hijos y desahogarse con ellos. El hijo termina haciéndose cargo de padre o madre. Pero Dios no les dio esa función. Si el adolescente es el adulto, no podrá contar su inmadurez y problemas a sus padres cuando necesite apoyo. Por tanto no busque apoyo en su hijo, busque en otro lado.

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