El matrimonio se forma con
dos personas que tienen fortalezas y debilidades, pero al enfocarnos más en las
debilidades nos decepcionamos rápidamente de la otra persona y queremos tirar
la toalla.
¿Qué hacer entonces con
las debilidades de mi cónyuge? Te dejamos cuatro recomendaciones.
1. El esposo debe amar a su
esposa con todo y sus debilidades. Dios la puso como un regalo de amor para el
esposo. La esposa también se irrita, grita, se debilita. Puede parecer en
muchas ocasiones mandona y se irritará ante lentitud del esposo en muchas
áreas, pero todo ello ayuda en cierta manera al esposo a limar asperezas de
su vida. Ante esas debilidades el esposo debe tratarla con gracia.
2. Mutuamente deben tratarse
con gracia: no degradándose, ni despreciándose verbalmente, ni negándose en el
deber sexual. Tratarse con gracia quiere decir, tratarse con misericordia, con bondad,
con alegría.
3. Tener una relación
sana es posible y eso se logra solo en unidad. La unidad se da por una sumisión
mutua; es decir, los dos velan mutuamente por sus necesidades. El hombre es la
autoridad del hogar y la mujer respeta su autoridad; pero el hombre, en cambio,
fomenta la unidad, respetando la voz de sus esposa, dándole su lugar en
todo lado, tratándola con fragilidad, no irrespetándola, apoyándola en sus sueños,
ayudándola en los momentos difíciles, etc.
4. La relación sana que
construye la pareja impacta generaciones de por vida. Puede ser que tengamos
pasados desastrosos, pero alguien debe empezar a cambiar y esa decisión debe
tomarla el hombre. Bajo el liderazgo de esposo, la tarea es sacar a la familia
de un modelo dañino. Debe marcar un nuevo rumbo, ya que los dos siempre vienen
con grandes inmadureces al matrimonio y necesitan trabajar en el carácter. Si
es necesario, se debe buscar ayuda profesional.
5. En los momentos menos
maravillosos el esposo debe apoyar a la esposa. Recordar que muchas mujeres
vienen de hogares rotos, han sufrido violaciones, los traumas del pasado pesa
mucho en sus vidas. También los hijos, el no dormir mucho, estrés deja sin
mucha emoción y fuerzas a las esposas. Aspectos que solo con la unidad, una mujer
puede sobrellevar esas cargas y superarlas. La ayuda y comprensión de su esposo
es valiosa en esos momentos difíciles. El apoyo del esposo para su salud
emocional y espiritual es importante. Ella debe llegar a ser como es y no como
el esposo quiere que sea. El apoyo y fuerza del esposo ayudará a que las
esposas lleguen hasta allí. Quizá en muchas ocasiones no llene expectativas del
esposo, pero ella necesita crecer con la misericordia que se le prodigue.
6. Las esposas deben
contenerse de decir algo si no sabe decirlo con tacto. Pero hombres, si las
esposas piden comunicación, abran ese espacio, porque con frecuencia se mira que los hombres no quieren hablar, se
callan o huyen a los problemas.
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