lunes, 8 de mayo de 2017

CÓMO DEJAR DE PELEAR CON LOS ADOLESCENTES



Los adolescentes hacen cosas irresponsables. Por el bien de sus propios adolescentes, recuerde su propia adolescencia. Cuanto más pueda recordar cómo se sentía y las cosas que hacía, podrá ser  mejor padre y madre. Así lo dice el doctor Jhon Towsend, en su libro sobre límites para los adolescentes.

Señala que los adolescentes necesitan de la empatía de los padres. Muchas veces olvidamos que pasamos por esa etapa y juzgamos con demasiada dureza. Pero los hijos necesitan  de padres que se identifiquen con lo que les pasa y entiendan lo difícil de esta etapa. Necesita  saber que no está solo, sino que sus padres le acompañan en su desarrollo.

Pide que recordemos cuánto necesitabamos que un adulto nos escuchara en las dificultades diarias. No es necesario tanta reprimenda cada vez que meten las patas los hijos adolescentes. Los adolescentes se sienten fatal ante las críticas. Darle nuestro apoyo puede ayudar a amortiguar los golpes que vendrán.

Apunta a que no es necesario contarles todas nuestras anécdotas. Solo las necesarias, y de vez en cuando, y solo en momentos en que le ayuden a usted a identificarse con sus hijos adolescentes. Muchas anécdotas suyas, hacen que se sientan desconectados de usted. Es mejor que entre en su mundo, en el mundo de sus adolescente.

Afirma que tampoco se trata que apruebe todas sus decisiones para identificarse con su adolescente. Lo que necesita es ser capaz de ponerse un poco en su lugar, aunque sea mal educado, egocéntrico, poco razonable. Cuando vea una partecita de usted en su adolescente podrá darle la conexión que le hace falta para madurar.

Comprensión y sabiduría
Townsend nos pide que recordemos cómo sobrevivimos a nuestra propia adolescencia y quiénes nos ayudaron. Recordar que marcó la diferencia que salvó nuestra vida,  ayudará a brindar a nuestros adolescentes lo que les falta.

Pregúntese:
¿Quién se quedó  a mi lado sin dejarme nunca?
¿Qué verdades me ayudaron a encontrarle sentido al mundo?
¿Qué aprendí de las consecuencias de mis acciones?

El tiempo de esta etapa
El doctor Towsend dice que todo padre se pregunta si su adolescente cambiará alguna vez,  si será más responsable y se ocupará de su vida. Lo cierto es que debemos ser reales:no conocemos el futuro de los hijos. Pero si podemos recordar nuestra propia adolescencia y entender la propia vida y decisiones de los chicos.

Usted debe recordar,señala, que tomò decisiones equivocadas, pero poco a poco logrò dominarse mejor, concentrase y ser, más responsable. Su propia adolescencia debe darle esperanzas para su adolescente. Puede transmitirle esa esperanza cuando su hijo se sienta fatal.

Recuerde la adolescencia ya pasara. Muchos de los desafíos que usted enfrentaba en su adolescencia son parecidos a los desafíos que enfrentan sus propios hijos. Piense en cómo siendo adolescente se las arreglo en sus àreas problemáticas y permita que esas experiencias le ayuden a dar compasión y ayuda a sus hijos adolescentes.

Todos hemos pasado por la etapa de pensar que nuestros padres son controladores. Pensábamos que no nos comprendían. Todos hemos tenido discusiones un tanto fuertes con los padres.En otras ocasiones, hicimos cosas a sus espaldas. 

También suele pasar que muchos chicos, por no discutir con los padres, se callan, pero cuando salen de sus hogares, recién empiezan a vivir su adolescencia, ya que no se separaron como persona de ellos.Lo cual  resulta mas grave en lo futuro.Deje que disienta, que se queje,que reclame.Eso si es saludable.En tanto usted como padre mantenga el control y guíe con cordura.

Hay que entender que a pesar de los conflictos, los  padres siguen siendo el centro de la vida de un chico. Para ellos es difícil desconectarse de los padres.

Recuerde lo importante que eran para usted sus amigos. Recuerde lo mal que se sentía cuando había rencillas, discusiones, romances que se rompían, peleas. Recuerde como estaba de preocupado por gustar a los demás, antes que pensar en usted mismo. Piense en lo devastador que era cuando alguien le traicionaba y no sabía cómo solucionar el problema. Así se siente también sus hijos.

Tambièn recuerde cuantas veces se deprimió, se sintió confundido o perdido, se emborrachó o fue lejos sexualmente. Recuerde las explosiones de ira. No olvidemos esos tiempos de angustia, los sentimientos negativos y las conductas incontrolables que nos causaban problemas. Recuerde ese miedo que sentía al no saber cómo  actuar.

Muchos adolescentes solo quieren contentar a todo mundo y no saben cómo sentir emociones negativas o comentarlas. Como resultado de ello pueden adquirir hábitos destructivos como pincharse los dedos hasta sangrar, tomar, gritar, comerse las uñas, etc.

Escuche más, dé menos sermones. Los adolescentes se manejan más con la experiencia que con el conocimiento intelectual que reciben. Aunque siempre debe guiar, enseñar y corregir, su enfoque debe estar en: escuchar. Solo escuchando podrá saber lo que piensa y que dificultades tiene. Evite moralizar sobre todo lo malo que oiga.

Haga preguntas. Haga preguntas que le lleven más allá de un sí o un no. Por ejemplo. Si pregunta cómo te fue en la escuela, responderá un sí. Pero si pregunta: “Qué hiciste hoy” es diferente. “Que está haciendo  Daniel, hace mucho tiempo que no lo veo”, etc.

Luego siga preguntando sobre lo que escucha: “Por qué se peleó  Daniel con su novia?

Avance un poco más. Su adolescente necesita que le conozca a nivel de corazón. Y no solo de eventos. Esto le ayudará a guiarle como padre o madre allí donde él vive de verdad.

¿Qué piensas de las peleas de Daniel con su novia?
Luego ayude a que exprese lo que siente en lo más profundo de su corazón:

¿Estás de su la do o de ella?
¿Te sentiste mal por él?
¿Te sentiste mal por ella?

Quite la presión física. No presione a que hable su hijo o hija: “Háblame ya”. En cambio diga:

No quiero perder contacto contigo con lo que pasa en tu vida. Así que necesitaré unos minutos contigo varias veces a la semana para tocar base. No hace falta que sea mucho tiempo pero si lo suficiente como para saber cómo estas, como estamos ambos y si hay algo en lo que pueda ayudarte.

 Su hijo protestará, pero insista. Es importante. En lugar de sentarse a hablar, vayan de paseo, hablen mientras caminan o salen a solas. Cree un espacio seguro donde su hijo o hija sienta que puede abrirse con usted.

Tarea para  padres
1. Lleve un diario. Escriba los que sucedía en su etapa de adolescencia

2. Converse. Hable con alguien sobre su pasado adolescente. Alguien que no le juzgue. Acuérdese de  los  puntos fuertes y débiles que tenía como adolescente. Y vea si eso se ve en los hijos y se repite.

3. Conéctese con el dolor que vivió. Recuerde los errores que cometió, las pérdidas que sufrió. Escríbalas. Solo así logrará sentir empatía  y compasión con sus hijos.

4. Apúntele a conocer mejor a su hijo adolescente. En lugar de intentar cambiar su forma de ser. Su adolescente tiene que saber que usted quiere una relación con él o ella. Si su adolescente siente que usted quiere hablarle para cambiar su vida y arreglarlo, lo que obtendrá es reticencia y engaño.






Fuente:Limites para los adolescentes,Henry Cloud  y Jhon towsend

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