Es necesario hablar con los niños acerca del duelo de tal manera que ellos aprendan a enfrentarlo de forma adecuada en el momento en que se presente. Estamos acostumbrados a hablar de otros temas con los niños, pero menos de este aspecto triste de la vida. Los niños no saben cómo interpretar bien las pérdidas y, en muchos casos, pueden sentirse culpables. No tienen los recursos, ni la experiencia para entender la muerte. Los niños no saben verbalizar las emociones y, peor aún, contar sobre cómo se sienten cuando han perdido a un ser querido.
Por lo general, los
adultos, lo que hacen es esconder la muerte o evitan llevar al niños al funeral
en el cementerio. Ellos necesitan también vivir este proceso y vernos cómo
vivimos el duelo. Al hacer esto darán forma y sentido a su futuro.
No debemos disimular el
dolor y la tristeza, porque los niños, al igual que los adultos,
aprenderán a disimularlo. Los adultos deben dar el paso para hablar sobre
ese dolor. Si se esconde estarán enviando el mensaje de que no duele y que no
hay que hablar. Ellos deben saber que está bien recordar, rememorar y lamentar.
Si no quieren hablar hay que afirmarles que estaremos allí para
escucharlos para cuando estén preparados. Debemos hablar con exactitud y
no sorprendernos de sus preguntas. Responder evitará la confusión en ellos.
¿Cómo ayudarlos? Sugerimos
las siguientes recomendaciones:
1. Somos nosotros los
adultos los que debemos animar a hablar a los niños. Ellos por lo general no
dicen nada, pero debemos ayudarlos a expresarse sin presionar. Si no quieren
hablar en el instante que se le pregunta, pueden decir: “aquí estaré para
escucharte cuando lo decidas".
2. Debemos contestar sus
preguntas aunque parezcan "tontas”. Los niños pueden hacer preguntas como: "Cuando
regresará papà?, ¿Si nos ama porque no está con nosotros?, ¿Cuándo se despertará?,etc. Al
responder esas preguntas debemos ser claros y decir la verdad.No debemos ocultar
nuestro dolor frente a ellos, así sabrán que el sufrimiento es parte
de la vida y cuando sean adultos enfrentarán sus duelos de manera correcta.
Debemos decirles que pese al dolor tendremos las suficientes fuerzas para estar
cuidarlos.
3. Los niños al igual que el
adulto deben aprender que la muerte es un proceso de la vida y que las personas
no mueren a la vejez, sino por varias razones como: enfermedad, accidentes, catástrofes,
etc. Mientras más temprano enseñemos a los niños sobre la muerte,
menor será el impacto de la pérdida en la vida adulta.
4. No esconder la muerte del
ser querido al niño, ni ocultarlo al momento del velatorio, pueden luego tener
sentimientos de terror. Ellos pueden acompañar al velorio y aún al cementerio,
pero hay que explicarle que debe hacer en esos momentos.
5. Si la persona esta con
enfermedad terminal, es bueno ir preparando al niño. Se puede hacer varias
grabaciones con mensajes donde el padre o madre exprese a sus hijos todo lo que
quieren para ellos. Estos mensajes en el futuro serán de mucha fuerza y
aliento para los niños. También se les puede ayudar a hacer una carta para que
se lo entregue a su ser querido.
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