La fantasía es la forma como los
seres humanos expresamos, sueños, anhelos, deseos; pero en algunos casos, se
usa para expresar cosas que van más allá de la realidad. Todos fantaseamos y
son los niños lo que más llegan a esos niveles. Los niños a través de la fantasía
expresan sus propias necesidades, carencias o su forma de reproducir y apreciar
el mundo que les rodea. A los niños les da placer vivir sus fantasías.
La fantasía en los niños es normal,
dependiendo de la edad. Por ejemplo, hasta los cuatro años, es normal que el niño recree la vida real a través
de juegos e imite ser papá, mamá o un super héroe. Incluso en muchas ocasiones,
llegan a crear los amigos imaginarios, con quienes hablan, ríen y les cuentan
sus historias.
Luego de esa edad, el niño se
hace más consciente de su realidad y se
da cuenta de qué es cierto y qué no es cierto. A los siete años ya aprecian mejor el mundo de la fantasía y la realidad.
Ya no se creen fácilmente lo que les dicen sobre papá Noel y las hadas. También el niño a esa edad sabe lo
que está bien o mal.
La fantasía es alimentada por los
cuentos, las películas, por lo que viven
o ven en su medio. Por lo general, los niños pequeños lo creen todo hasta los
cuatro años. Todavía no tienen la capacidad completa de diferenciar lo real de
lo irreal. Consideran a papá o mamá como súper héroes poderosos, porque pueden
hacer muchas cosas que ellos no lo pueden hacer.
Los niños también pueden fantasear para no enfrentar una realidad. Por ejemplo suelen
culpar a sus juguetes de haber cometido una travesura o de haber iniciado una pelea.
En esos casos, hay que enseñarles a
decir la verdad, sin dañar su autoestima.
Hay que saber motivar a los niños
a utilizar bien su imaginación, de tal modo que la puedan hacer creativa para
cosas buenas como: el arte, la pintura, la escritura, la lectura. También es
bueno que los padres puedan sumergirse un poco en este mundo de juego en los
niños a esta edad, pero enseñándoles siempre la diferencia entre realidad y fantasía.
Si el niño es capaz de desbordar
toda su imaginación a través de las
artes, quiere decir que está cargado de mucha creatividad, pero si pasa los seis años y su fantasía
es solo inventar cosas, hay un problema emocional o conductual que resolver. Puede ser que tenga
un problema y lo esté viviendo solo, sin contar a nadie.
¿Cuándo se vuelve un
problema?
1. La fantasía se vuelve en un
problema cuando los niños empiezan a depositar sus afectos en sus juguetes o en sus amigos imaginarios. El
niño puede tener alguna carencia o angustia que no lo expresa por no saber cómo
hacerlo. Allí los adultos deben ayudarlo, acercarse más a él y desarrollar mas vínculos
afectuosos. Las miles de conexiones amorosas con el niño, le ayudan a separarse
de la fantasía dañina.
2. La fantasía se vuelve en un
problema cuando entran en un proceso continuo de mentiras, culpando a otros de
lo que hizo. Los niños a partir de los
cuatro años ya saben lo que está bien o qué está mal. A los seis años tienen
plena consciencia. Por eso, muchas veces
quieren sumergirse en la fantasía para no ser recriminados. Sin embargo,
hay que enseñarle la importancia de la verdad.
Los niños necesitan saber que la vida no es siempre una fantasía y que sus
actos tienen una consecuencia. Los niños desde que saben lo que está mal, ya
tienen sentido de culpa y cuando saben que la disciplina es demasiado rígida, estricta
y castigadora, empiezan a fantasear y mentir más. Lo correcto sería corregirlo
sin dañar la estima, pero siendo firme y amoroso a la vez. Nunca corregir en público,
sino en privado. Cortar la mentira desde el primer momento.
3. Cuando tienen demasiados
miedos de sus propias fantasías. Allí es mejor limitar la exposición a sus fantasías.
Evitar películas que les esté produciendo pesadillas, hablar sobre sus miedos y
ayudarles a tener tranquilidad. Evitar la burla o minimizar sus sentimientos. Hay
que explicarle porqué todo lo que ven en las películas o cuentos es cierto.
4. La fantasía se convierte en
problema si hay inseguridad en el niño. Cuando hay este problema entonces
debemos revisar como están las relaciones padre-madre y como es el trato hacia
el niño. Solo cuanto el niño no se siente bien consigo mismo, tiende a
esconderse en el disfraz o mascara de la fantasía.
5. La fantasía se convierte en problema en niños que quieren tapar su dolor o vacìo. Esto ocurre en niños que ha sido abandonados,de padres separados o de niños que viven solo con adultos. En el caso de los dos primeros casos,no aceptan su realidad
y prefieren vivir en un mundo de fantasía. Ellos necesitan mucho del apoyo de
un adulto que le guíe y oriente.En el caso de niños que viven solo con adultos,es necesario fomentar la comunicación, relacionarlos con otros niños de su edad,elogiar lo bueno sin exagerar, potenciar su
estima, involucrándoles en cosas que les guste y evitando la sobreprotección.
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