domingo, 28 de enero de 2018

CONSECUENCIAS DE LA FALTA DE AMIGOS EN UN NIÑO



El ser humano es relacional, no puede vivir aislado. Necesitamos entablar contacto con  otros iguales y no nos podemos esconder. Tanto niños como adultos se ven en la necesidad de relacionarse por diferentes circunstanciasen el caso de los niños, sus nuevas relaciones empiezan en la eta escolar.

Tiene que pasar mitad de tiempo en la escuela y la otra mitad en la casa. Ello implica para el niño adquirir nuevas habilidades para enfrentar a aquellas relaciones que se le presentan como estresantes.
Si el niño logra una interacción sana puede tener la aceptación de su grupo, caso contrario será relegado y esto generará ansiedad. A partir de los 4 y 5 años los niños el sentimiento de autoeficacia social aumenta, aprender a sentirse hábiles para hacerse amigos y desenvolverse en situaciones de juegos con otros.

Las relacione sociales con iguales ayudan al niño a desarrollar procesos como por ejemplo el lenguaje, la habilidad de coordinar una acción con la de otros, la autorregulación emocional y de conducta, experiencia básicas sobre los otros y su yo. También puede adquirir valores, habilidades y conocimientos que forman su competencia social y emocional y que servirá de base para formar relaciones con otras personas.

Todo lo que han aprendido en casa les ayudara para desenvolverse en el medio, pero si su contexto ha sido cerrado a las relaciones, tendrá dificultades de relacionamiento social. Los niños que mayor riego corren en no poder relaciones hábiles son:

·         Niños hiperactivos: Tienen dificultades para controlar emociones, su psicomotricidad.
·         Los niños con retraso en el desarrollo: Son poco hábiles para comprender las reglas de los juegos o son poco hábiles para el juego.
·         Los niños tímidos: La interacción con otros le asustan, ya que están más necesitados de protección de la familia.
·         Niños que no controlan sus reacciones emocionales: No pueden tener éxito entre sus iguales.

La socialización de un niño se da en dos etapas:

Primera. Padres enseñan al niño habilidades sociales y de autorregulación. Lamentablemente es una relación vertical adulto niño.

Segunda. Se dan relaciones horizontales, ya que cada niño aporta algo desde su posición similar para resolver problemas o tareas sociales.

Las habilidades de los niños cambian según la edad. Las relaciones de la escuela llegan a ser importantes para el niño. Los amigos y compañeros se convierten en fuente de apoyo, seguridad e intimidad.

En el periodo de 16 o 18 meses hasta los tres años la relación de los niños está coordinada a la acción de los otros. Aprende a  hablar y caminar y la situación cambia, los niños encuentran los primeros amigos de juego con quienes adquiere habilidades sociales importantes. No son relaciones tan estables.

Pero a partir de  los 3 años, se pueden ya producir relaciones más frecuentes y de mayor contacto, pero a la vez tiene  que lidiar con los conflictos de juguetes, interés. Allí empieza el control de poder del uno al otro. En la escuela ya va disminuyendo las peleas y aparece una conducta más pro social y de actividades más compartidas. En la escuela ya hay algo más marcado: surgen los compañeros y los amigos.

Como ya habíamos dicho estas habilidades de los niños, son adquiridas en su primer espacio que es la familia, de la interacción de los padres y del temperamento. El contexto familiar influye en la calidad de las relaciones con los otros y dependerá que como el niño interpreta y responde a los estímulos sociales y cómo controla emociones.

A la vez las prácticas de la disciplina e implicación de los padres en la educación influyen en el vínculo con iguales. Los dos aspectos influyen también en la calidad de las primeras relaciones. Las mismas habilidades de autorregulación y sociales de los padres se verán en los niños.

La disciplina dura y castigo físico, junto con la forma en que los padres vean al niño, provoca una conducta agresiva y rechazo de iguales. De igual modo si los padres no se implican en la educación de los hijos pude surgir inhibición social, lo que produce niños ignorados por otros.

Las habilidades de autorregulación emocional son un requisito clave para desarrollar habilidades sociales. Estas se aprender en el contexto familiar.

La forma en que expresan sus afecto y emociones los padres, enseña a los niños a  mostrar también adecuadamente sus emociones, así como a reconocer esas señales en otros iguales. Los padres enseñan a regular emociones cuando corrigen los berrinches  o conductas inadecuadas. Los padres son los modelos de negociación y habilidad para resolver conflictos. Los hijos aprenden de ellos.

Con un buen aprendizaje social y autorregulación en casa los niños pueden salir al mundo externo a socializar de modo saludables y tener amigos que sean recíprocos y que tengan el mismo afecto. Las amistades son relaciones más estrechas y a veces cerradas porque se empieza a hacer preferencia sobre ciertos amigos.

Si un niño logra hacer buenas amistades en la infancia también lo hará el resto de su vida. Las amistades en la infancia dan seguridad emocional en contextos nuevos, permite que se exprese el afecto al otro y  de forma espontánea; hace que los niños aprendan a prestar ayuda en el área escolar o en los juegos y relaciones. 

El niño en la infancia aprende desarrollar su auto concepto y eficacia personal. Se dan cuenta de cómo los otros reaccionan a su conducta, la imagen que tiene de él. Se empieza a comparar y ve los logros o fracasos de los otros y los suyos. Si sabe que otros se esfuerzan puede inspirarse y alentarse a tener éxito. Las amistades infantiles permiten brindarse diversión, estimulación y compañerismo. Se divierten más jugando en grupo que solos.

En todos los años, los amigos ayudan a enfrentar el estrés diario. Los amigos son apoyo para jugar, aprendizaje para resolver conflictos y ser solidario si alguien no tiene algo que comer.

Los niños que son nuevos y tienen amigos, se adaptan más rápido. Conservar un amigo en el vecindario ayuda a superar el estrés. También tener buenos amigos ayuda en el rendimiento escolar. En muchos casos no tener amigos es causa de dejar la escuela en especial en adolescentes chicas. Incluso el rechazo del grupo se hace menos duro si se tiene tan solo un amigo.

Si por el contrario, los niños  no tienen  amigos, pierden oportunidades para desarrollar habilidades interpersonales básicas, que solo se aprenden entre amigos. No tener amigos origina sentimientos de soledad, estrés, insatisfacción personal. La pérdida de amigo incluso es un estresor importante, aún  en niños de cinco años.

Si el niño es rechazado por los compañeros se produce un gran estrés. Quienes sufren este tipo de rechazo y estrés son:

Niños hiperactivos: Son rechazados por agresión. Tienen dificultades de mantener la atención en las  tareas, actividades sociales, no controlan emociones, no esperan el turno, hablan mucho y son  muy inquietos. Todo esto provoca irritabilidad en el resto y hace que la agresividad del niño aumente aun con otros que no le hacen daño. Los padres  de estos niños presentan inhabilidad en su crianza. Muchas veces se les  etiqueta de problemático y crea mala reputación que le priva de las relaciones con los demás.
Niños con problemas de conducta: La agresividad lleva a ser rechazado por los otros. El niño agresivo pude insultar, agredir, intimidad, violar los derechos de los demás. Los otros niños pueden responder con agresividad y hará que se ponga siempre a la defensiva porque piensa que los demás le agreden. Por lo general esto se da más en los varones, en cambio las niñas muestran bajo rendimiento, agresividad, asilamiento, ansiedad.
Escaso control emocional: Es decir alta reactividad, emociones negativas fuertes, no se autorregulan. En niños de  4-6 años es por bajo funcionamiento social.
Dificultades en el desarrollo: Tienen retraso mental, motor, dificultades de aprendizaje. Sus inhabilidades provocan rechazo de los compañeros, impopularidad o ausencia de interés por su amistad.
Aislamiento: Son niños rechazados tímidos, inhibidos o solitarios, que no le gustan las relaciones sociales y a la vez  tienen ansiedad, insatisfacción, pobre percepción su competencia social. No tienen habilidades sociales, son negativos y con  baja estima. Tiñen conciencia de las dificultades y fracasos sociales.
Depresión: Escasas habilidades sociales que hacen que el niño y en especial el adolescente se deprima. Tienen conducta interpersonal poco funcional y no tienen amigos.
Si se mantiene los problemas en las relaciones interpersonales se corre el riesgo de padecer un relacionamiento pobre en la adolescencia  y la vida adulta. Pero a la vez pueden presentar: problemas de conducta, bajo rendimiento académico, problemas de drogas, repetición de curso o abandono de estudios.
Niños ignorados: No son señalados ni nominados. No son rechazados pero sufre estrés al no ser tomado en cuenta en nada.
El estrés se manifiesta de distintas maneras y según las edades si hay rechazo social. Así los síntomas son:
3-6 años: Negativas de ir al colegio, llanto, llama al profesor porque no le dejan jugar, le pegan, se retira del lugar de conflicto. Se queda cerca  y juega solo o se cerca sin participar. Demanda ayuda de un adulto. Es un déficit y carencia personal que tiene y no se dan cuenta quienes le rodean.
6 años: soledad, depresión en la infancia media y adolescencia. Tristeza, sentimientos de soledad y ansiedad. Se da mucho en niños tímidos. La soledad genera llanto quejas, tristeza, apatía de ir al colegio, excesivo apego al adulto.
Hay que observar mejor el caso de los niños tímidos. Ellos tienen miedo a los extraños y a que lo evalúen de forma negativa. Tiene una conducta inhibida temperamental  en situaciones poco conocidas, pero en la familia es competente y hábil. Tiene falta de sociabilidad, muestra escasa interacción social, prefiere jugar solo, pero no demuestra problema si interactúa con otros.
La timidez anormal se caracteriza por ser fuerte y estable a evitar a otros niños en situaciones sociales.

Estos niños tímidos al notar que son evaluados de forma negativa, llegan a percibirse con poco valor. Pueden sentirse solos y llegar a la depresión por el rechazo que sufren de los demás. Tienen mucha ansiedad social e insatisfacción. Pueden ser vistos como poco prosociales y escasa sensibilidad social. Por lo general dicen frases como:
·         “No puedo jugar con él”
·         “No quieren jugar conmigo”
·         “No tengo nadie con quien jugar”

Aspectos que ayudan a bajar el impacto del estrés son:

Control de emociones
Manejar emociones amortigua el estrés, reduce las ocasiones de conflicto si el niño emite una respuesta hábil que lo evite. Hay que enseñar a no ser reactivos, ya que muchas veces hay niños que reaccionan de forma rápida e intensa ante una situación que rechazan. Hay que enseñar habilidades que regulen las emociones y la conducta de manejo ante la provocación.

El manejo de la conducta  y la emoción puede estar centrada en los siguientes elementos:
En la propia emoción. Decir al niño que respire profundo para controlar algo intenso.
En el contexto: Lograr que el niño mire algún aspecto de la situación o que se distraiga del estímulo que le causa estrés.
Acciones indirectas: Hacer que el niño realice una actividad alternativa para lograr que controle la emoción.

Si los niños no controlan las emociones y encima de ello tiene alta reactividad puede ser rechazado y ser visto por los profesores con escasa conducta social apropiada. El niño puede actuar inapropiadamente en situaciones emocionales.

Si el niño es agresivo y a la vez con respuesta emocional intensa se los puede considerar difíciles de manejar las emociones de manera constructiva.

Los niños que hacen muchas rabietas y tienen miedos, tienen menos amigos y se pelean con mayor frecuencia porque son emocionales negativos.

Si el niño suele huir a la situación estresante, quiere decir que no tiene otras estrategias constructivas.  Es mejor que el niño aprenda a hacer objeciones verbales, así podrá obtener apoyo y evitará respuestas agresivas inmediatas. Enseñar a verbalizar lo que siente y en lo que está en desacuerdo permite el logro de objetivos y le da más satisfacciones.



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