domingo, 25 de junio de 2017

LOS DISFRACES COMO MECANISMOS DE DEFENSA EN EL INFANTE




Los mecanismos de defensa son estrategias psicológicas que todos los seres humanos  tenemos para afrontar una determinada realidad. Así las personas adultas, los niños o adolescentes reprimen o toman otros caminos para alejar algún elemento o contenido perturbador para la persona.

En el  niño, los mecanismos evitan que entre en conflicto con las normas de los padres. Los mecanismos de defensa son parte de la dinámica psíquica infantil  y aparecen como una respuesta a los requerimientos de las etapas del desarrollo.

La defensa tiene como objetivo reducir el conflicto emocional, ya que puede generar malestar, alteración en el desarrollo psicosexual o psicoafectivo.

Proceso de defensa en la infancia
La utilización de mecanismos de defensa están ligados con los momentos del desarrollo  del niño, y algunos se presentan como muy específicos de ciertas etapas.

De 0 a 2 año: Etapa oral .El placer se deriva del succionar. Y los mecanismos de defensa aquí son proyección, negación e idealización, escisión del objeto

De 2 a 4 años: Etapa anal, empieza control de esfínteres y los mecanismos de defensa son: introyección, aislamiento, anulación, formación  reactiva, desplazamiento y racionalización.

De 4 a 5 años: Epata fálica. Aparece el complejo de Edipo, desarrollo del superyó. Los mecanismos de defensa son represión  y conversión.

Con la identificación imitamos a papá y mamá en todo lo que ellos hacen. En la identificación nos identificamos con su rol de mujer u hombre.

En la introyección un mal mensaje es interiorizado y se guarda para toda la vida y puede obstaculizar el desarrollo del niño por ejemplo si le decimos: “nunca llegarás a ser bueno en nada”. También la introyección lleva a bloquear sentimientos, el niño no tiene la libertad para sentir y expresar algo. Por ejemplo si le decimos que: " los hombre no lloran”. Así mismo, puede bloquear a la persona en el relacionamiento si le decimos: “No debes confiar en nadie”.

Podemos llegar a crear conceptos auto excluyente: “Los Vàscones somos superiores a los demás”.

Mecanismo de defensa e interferencia en el desarrollo

Todos los niños atraviesan por momentos críticos o sensibles. Y si se presenta alguna interferencia en su desarrollo, el niño busca defenderse, pero lo hace de manera inadecuada, ya que su yo no ha logrado consolidar los medios para responder o sobreponerse.

Estas defensas en sí son respuestas, formas  de responder a un evento, pero al no ser adecuados, ni funcionales a las circunstancias, solo propicia estancamientos en el desarrollo psicoafectivo del niño. Hay muchas formas inadecuadas de defensa que presenta el niño frente al conflicto. Su defensa viene a ser como un disfraz que se coloca como respuesta a un evento conflictivo.

En las personas o niños, el disfraz o máscara, representa a un rol. Así vemos como los niños  asumen el rol de  papá y mamá o bombero o policía en los juegos. O de los artistas favoritos en los adolescentes, donde ellos encuentran una identificación. El niño así se comporta y se relaciona de una manera distinta en el juego.

El disfraz  se presenta como  la posibilidad de manifestar contenidos y deseos inconscientes y preconscientes mientras se está disfrazado. El disfraz externaliza lo que esta internalizado o reprimido.

Un disfraz es una forma de protegerse de una realidad amenazante por medio de expresiones que no son las suyas como por ejemplo: siendo agresivo ante un medio valorado como aversivo, o  mostrando un falso afecto ante una circunstancia. El niño no se quiere mostrar como es.

En el caso del niño, el disfraz es una forma de defensa a sus conflictos internos y externos. El niño agresivo o violento es como si estuviera usando un  disfraz para disimular su temor a ser atacado o dañado por el prójimo.

El disfraz tiene una simbología más clara en unos y otros, pues remiten a emociones y afectos. Así por ejemplo el disfraz de payaso puede mostrar esa doble lectura de la alegría y la tristeza. También los disfraces pueden tener elementos relacionados con el poder o los valores: disfraz de superhéroe o villano.

Los disfraces de animales representan afectos y formas de comportamiento defensivo frente a sus conflictos.


miércoles, 14 de junio de 2017

CÓMO BAJAR LOS CELOS EN LOS NIÑOS


Los celos tienen su origen en la infancia, donde los intereses egoístas del niño son muy visibles, pero a la vez naturales, por lo  que no hay que asustarse. Son una de las funciones psíquicas de la vida erótica por las que pasa el ser humano. Los celos ayudan al desarrollo ulterior del niño y lo ayuda a que se diferencie de los otros.

Los celos son un sentimiento  de hombres y  mujeres que se aviva desde el nacimiento. Los celos están basados en la envida, ya que considera que el amor que le corresponde solo a él, se le ha quitado o está en peligro por la presencia de un rival.

En los celos hay tristeza y dolor por el objeto erótico que se cree perdido. Hay sentimientos hostiles contra el rival preferido, hay una autocrítica, se hace responsable a sí mismo por no haber sabido cuidar ese amor.

Existen celos normales y celos delirantes que pueden llevar a la paranoia, es decir le puede trastornar mentalmente  y puede manifestarse en la vida adulta. Esto se puede ver en personas egoístas, narcisistas y que tienen baja autoestima.

Los celos producen dolor y miedo a ser desplazado
El celo es una sospecha, inquietud, recelo de que el ser amado haya puesto o ponga su cariño en otro. Los celos son un temor a la exclusión, temor a que la persona amada dirija su amor a un rival real o imaginario. Este sentimiento de desplazamiento produce un dolor insoportable en la persona.

Pese a ser un sentimiento normal, que permite el desarrollo emocional de las personas, su  influencia está vinculada con la inseguridad e inmadurez de la personalidad asociada al período de la infancia o adolescencia. La socialización del niño se  distorsiona, se daña  y luego se extiende a los grupos con los que relaciona. Se puede ver claramente como el niño se siente inquieto y con iras hacia otros niños.

Los niños en la infancia son especialistas en comparar, ya que cada uno descubre las diferencias que le permiten definirse mejor.

Proceso de los celos en la infancia
Los celos surgen desde los nueve meses, donde el niño ha alcanzado estatus psíquico. Si el niño tiene menos de dos años, los celos le ayudan para diferenciarse del otro:“somos dos personas distintas”.

Los celos en esta etapa protegen al niño de caer en confusión del yo y los otros. Por eso esta etapa es importante porque aquí se marca el inicio de las relaciones sociales.

Los celos son vividos con mayor intensidad en la etapa edípica (3 a 5 años), donde se puede ver que los niños tienen un apego especial por el padre del sexo opuesto: el niño a la madre y la niña al padre.

Con el tiempo, el niño renuncia a la madre por el temor a la castración. Es decir, al ver que su madre no tiene pene piensa que su padre le ha castrado y  por temor a que el padre le castre a èl, se separa de su madre y se dirige a su padre y allí  reafirma su identidad masculina.

La castración es importante en la constitución de sexualidad humana. La persona adulta experimentarà de vez en cuando la amenaza de un tercero sobre la relación amorosa. La antigua cicatriz vuelve a abrirse y se experimentan los celos por el temor a no poder retener el objeto amado y ver que  el amor se muda a otro.

En la etapa edípica se viven las mayores expresiones emocionales como celos, amor, odio, miedo. Surgen en el momento en que alguien quiere arrancar la fantasía que existe hacia la madre. Una vez que el niño se identifica con el padre y ha aprendido a reprimir sus instintos sexuales, disminuyen esos sentimientos o fantasías. Pero vendrá luego una segunda etapa edípica en la adolescencia, donde persistirán pequeños y normales momentos de celos.

Los celos del niño en primera instancia son hacia el padre a quien ve como rival y luego el celo es hacia el hermano que viene. Poco a poco el niño ira alcanzando individualidad y aprenderá a reconocer como bueno el vínculo que existe entre sus padres.

Son los golpes que recibe el niño, el ver a su padre que es objeto de amor de su madre, el que  disuelve la fantasía hacia su progenitora. El niño por supuesto ante esto creerá que no puede conseguir nada, que todo le sale mal. Por eso hay  saber explicarle porque no debe ser esposo o esposa de mamá o papá.

Cómo ayudar al niño a superar los celos

Para evitar que el niño se sienta rechazado, desplazado, como miedo a perder el amor, o crezca con  sentimientos de minusvalía es necesario ayudarlo a salir de buena manera de su fantasía de amor hacia su madre o padre.

1. Hay que ayudar al niño a identificarse con el padre. La madre debe ir separándose poco a poco del niño a partir de los 3 años de edad. Así el varón podrá identificar su rol y masculinidad.

En esta etapa el niño quiere casarse con mamá y la niña con papá. Están en una etapa de confusión y hay que ayudarlos a comprender mejor las relaciones familiares. Si el niño le dice a mamá que quiere casarse con ella, hay que decirle  que no puede ser porque ya está casada con papá y que cuando se grande él conocerá  una chica  de la que se enamorará y se casará con ella. Hay que evitar burlarse de ellos ante estas fantasías. Y peor lastimar sus sentimientos.

2. Mantener en pareja momentos a solas y enseñar a los hijos a respetar esos momentos a solas. No dejarse absorber por ellos por más que sean adorables. Los hijos deben conocer su lugar.

3. Si se tiene hijos del mismo sexo, y casi de la misma edad, hay que evitar las diferenciaciones y más bien dar las mismas atenciones y afectos a los dos. La madre a los dos debe explicar que cuando sean grandes conocerán a su chica y se casarán.

4. Si hay separación o crisis matrimonial el niño se sentirá culpable pensando es que él es el rival y que por su causa se da el problema. Hay que aclarar  bien el asunto con él.

5. Las niñas de igual manera se enamoran del padre. El padre debe decir lo mismo: Estoy casada con tu madre y tú cuando seas grande también encontrarás alguien que se enamorará de ti y se casará. De esta manera la niña entenderá cuál es su lugar en el hogar.

6. La niña debe pasar mucho tiempo con su madre para que se pueda identificar con ella.

7. En la adolescencia dejar que las chicas tengas sus ídolos cantantes para que allá dirijan su amor y fantasía.

8.Si no se resuelve bien el conflicto de Edipo o el enamoramiento del padre opuesto, el niño crecerá con este problema hasta 30 años y  más. Seguirá buscando a la mujer perfecta o a la mamá,  o bajarán los novios o novias a sus amigos, se enamoran de imposibles. También serán personas que van de pareja en pareja buscando sentirse plenos o se enamorarán de personas mayores. En el fondo quieren conquistar al papá y a la mamá. O allí viene un tercero porque les resulta difícil unir sexualidad con amor y ternura.