jueves, 19 de octubre de 2017

CÓMO ENFRENTAR UNA ENFERMEDAD





"Lo que resiste persiste"


Cuando sufrimos, o tenemos una enfermedad grave, no sabemos cómo sobrellevar la enfermedad. Muchas veces minimizamos el dolor, otras veces  lo sobrevaloramos y  los temores nos llegan a agobiar más.Lo mismo pasa si vemos a un familiar o amigo enfermo.

En esos momentos, es importante tener una actitud diferente frente al sufrimiento; pero, a la vez, debemos aprender a  mirar el dolor de manera constructiva. 

Debemos saber que resistir el dolor prolonga el dolor, lo agrava y lo transforma en sufrimiento tòxico.

Si bien es cierto la persona enferma se siente  frágil y vulnerable;puede mostrar frustración, impotencia- ya que debe depender de los demás, aún en cosas pequeñas- es bueno que sepa que  la enfermedad serà sobrellevada de mejor manera si su actitud cambia.

A continuaciòn presentamos varias recomendaciones para enfrentar la enfermedad de mejor manera:

Primero: No pierdas de vista la realidad.La persona enferma muchas veces se resiste a  la enfermedad y puede llegar a creer que la enfermedad la domina y que la enfermedad es lo único que hay en ella. La persona pierde la capacidad de ver la realidad  y la vida en toda su dimensión.Vuelve a retomar actividades que te gustan o te hacen sentir feliz.

Segundo: No te identifiques demasiado con la enfermedad. Si nos identificamos demasiado con el dolor, nos anularemos, nos quedaremos inermes, sin defensas. Por tanto, hay que  dejar de identificarse con la enfermedad.

Tercero: Debemos llegar a la  aceptación de lo que ocurre. La aceptación  permite una reconciliación. No se trata de caer en la resignación, pasividad o indolencia. Si no hay aceptación, se produce resistencia, lo cual prolonga e incrementa el dolor y el sufrimiento.

Cuarto: Es necesario poner atención para no convertir el dolor en sufrimiento.Hay que reconocer que el dolor, el sufrimiento y la muerte nos acompaña desde el nacimiento hasta la muerte, forma parte de nuestra existencia. 

Es la otra cara del placer o bienestar. Además para que algo surja, algo debe morir. El ser humano siempre está haciéndose, y en eso surge la vulnerabilidad, y  puede ver los límites que tiene como ser humano.

Quinto.La enfermedad y muerte son como  nuestros compañeros de viaje, debemos aprender a afrontarlo, debemos aceptar nuestra realidad, rendirnos a lo que es. La rendición nos conecta con la verdad. La rendición no tiene nada que ver con la indiferencia, la resignación o claudicación, sino con reconocer lo que hay en ese momento. Mientras más ubicados estemos, surgirá  la acción adecuada al momento.

Sexto: El dolor y sufrimiento van de la mano. Primero surge el dolor y si ponemos resistencia, negamos el dolor.

No añadamos historial mentales.Si añadimos alguna historia mental en torno a lo ocurrido,  surge el sufrimiento tóxico que reduce y envenena a la persona.

Séptimo: Debemos evitar comportamientos reactivos al hecho doloroso. Solo una consciencia de nuestra verdadera identidad nos mantendrá a salvo de esos comportamientos reactivos. Hay que evitar resistir o identificarse. Debemos decir:

“No soy el dolor recibido, no soy el cuerpo dañado, no soy esa imagen afectada, no soy ese yo dolorido”

Solo esta actitud nos libera de la trampa que convierte el dolor en sufrimiento. Esta actitud nos hace ser conscientes del dolor. Notamos el dolor, la pena, le permitimos que duela, pero aprendemos  a mirar el dolor como un objeto y asimilamos que no somos nosotros. Vivimos en conexión constante con quienes somos en realidad y le ponemos amor y cuidado.

Octavo: El dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional. Este último es provocado por nuestra mente. Si retiramos la resistencia y cualquier historia mental, el sufrimiento desaparece.

Noveno: El dolor puede ser una oportunidad de crecimiento y transformación en dos niveles:

·         Por un lado, nos humaniza, al reconciliarnos con nuestra fragilidad y vulnerabilidad, nos ablanda y genera sentimientos de bondad, compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás. Solo dejamos ver nuestro corazón.

·         En un nivel más profundo, permite una oportunidad para la transformación de nuestra consciencia. Nos transforma en aquello que siempre habíamos sido. Gracias  al dolor podemos nacer y vivir nuestra verdadera identidad.


Décimo: Finalmente podemos decir, que al aceptar el dolor creamos un espacio a su alrededor que nos permite observarlo en la distancia y empezamos a percibir que no somos nosotros, percibimos que tenemos una sensación dolorosa, pero no somos esa sensación dolorosa en sí.

CÓMO REDUCIR LOS CONFLICTOSPERSONALES


Cada persona tiene algo valioso, algo hermoso en su interior. Es  lo que le suelen llamar amor y  está dentro de cada corazón. La capacidad de amar surge de allí, surge de lo profundo del ser. Si el ser humano sacara ese valioso tesoro no tendría tantos conflictos.

Pero los golpes de la vida, las injusticias, las crisis, hace que se cubra con muchas defensas. La persona endurece su corazón y con mucha razón. Es natural que se defienda, es normal que tenga miedo, que se enoje, pero si se la persona se deja llevar por mucho tiempo  por lo más oscuro de su corazón, terminará dañando su vida y la  de los demás. También terminará enfermando físicamente.

Por eso es importante  volver al interior del alma, a nuestra parte más íntima donde está el espíritu para sacar lo mejor de nosotros, sacar ese tesoro escondido.

¿Cómo lograr llegar al interior? ¿Cómo alimentar nuestro espíritu?

La meditación y la oración: Estas dos herramientas puede ayudarnos  a despertar el ser que somos interiormente. La meditación da fuerza psicológica, concienciación, intuición, visión. Nos permite superar los miedos, las distracciones de la mente, nos permite estar despiertos y libres. Nos libera del peso diario que llevamos y de nuestro historial personal.

Cuando hablamos de meditación hablamos de reflexión interna. De mirar hacia dentro y preguntarnos quién soy,  qué  quiero, a dónde quiero ir.

Contemplación: Hay que saber estar presente y mirar lo que está a nuestro lado.Trabajar la dimensión espiritual da sentido a la vida, al menos si queremos  empezar a sanar nuestra psiquis. Si no se trabaja el alma, nos puede traer graves enfermedades como el cáncer, hipertensión arterial, depresiones, migrañas, cáncer, artrosis, artritis, etc.

Todos debemos vivir la dimensión espiritual, infinita y profunda, ya que ayuda a organizar de forma coherente la existencia. Hemos sido acostumbrados a mirar solo fuera, pero no nuestro interior.

Casi nunca nos adentramos en lo más profundo de nosotros y por eso dejamos de experimentar lo que somos. Al no saber cómo adentrarnos en nosotros mismos, tenemos dificultad de adentrarnos en la  dimensión espiritual de las personas que están a nuestro lado.

Para descubrir nuestro interior, para llegar a lo más profundo necesitamos del  silencio. Solo así podremos investigar si cada motivación tiene sus raíces en el lugar más profundo del corazón, en la bondad del corazón.

Debemos aprender a preguntar:
¿Quién soy?
¿Quién sufre?
¿Quién se angustia?

Debemos buscar en lo profundo de nosotros mismos a ese “quién”

Hay  que aprender a identificar esos pequeños momentos de vida que nos dan conocimiento de nuestra presencia en este mundo. Se necesita de mucha madurez para aceptar nuestras tristezas y deseos, los pensamientos que acuden a nuestra mente, el dolor y la muerte. 

Hay que sentir que frente a todos esos dilemas de la vida, hay una raíz de fe en algo bello que hay dentro de nosotros. Descubrir esa paz profunda y sincera, serena y sumisa, hace que se instale en nuestro  interior.

En alguna parte nos perdemos, en alguna parte nos confundimos y dejamos de ser lo que verdaderamente somos. Encuentra nuevamente el camino hacia lo mejor de ti.

Oración: Al interiorizar, al realizar  la oración, nos encontramos con la felicidad de nuestra vida. Debemos crear nuestro  camino, un sentido, una forma de vivir, una apertura a la conciencia, una oración, la vía del conocimiento profundo del alma.

Cuando aprendemos a reflexionar, cuando nos hacemos preguntas sobre qué queremos ser y qué estamos haciendo con nuestra vida, surge  la paz, la claridad, el amor, aspectos que revelan la salud del espíritu y que llevan a una mejor disposición para el bienestar físico.

Atención plena: Simplemente hay que estar atentos al momento presente, sin emitir juicios de valor, integrando de esta manera cuerpo y mente. La práctica de la vida permite que el ser individual se conecte conscientemente con  la fuente de la vida que es Dios.

 Esta conexión hace desaparecer la sensación de carencia, el miedo a la enfermedad, a la vejez, a  la muerte, o el miedo al cambio. Se reduce el apego individualista y se disuelve el concepto de yo separado.

El objetivo principal de la meditación es ayudarnos a despertar el ser que somos. La meditación consiste en conectarnos, a través del silencio, con lo infinito de nuestro ser interior. Se requiere de fe y determinación inquebrantable. Tenemos momentos de luz y de sombra. Es así que esta tejida nuestra vida. La verdad del ser siempre se manifiesta. Hay que saber captar esta verdad del momento en todas las circunstanciadas.

Frase:
“De eso que llamamos Dios no podemos separarnos ni tan solo en el instante de un parpadeo”.


Nuestra historia está llena de dolor, de sombras que nos impiden llegar al fondo de nuestro corazón. Pero al profundizar en lo que somos nos volemos humildes y tenemos una nueva capacidad de apertura. El apaciguamiento, la integración, la liberación del pequeño  yo hace posible que las emociones se vuelvan transparente, la percepción se aclara y una nueva sabiduría de la vida se implanta en el corazón.

Solo desde la reflexión y la oración, los pensamientos obsesivos, las sombras, se van disolviendo mientras que la conciencia gana en profundidad y amplitud, nos volvemos cada vez más equilibrados y armónicos.

Una de las barreras que nos afecta es la barrera del miedo. El miedo irracional que aparece cuando nuestra conciencia da un paso más allá de si misma. Este miedo brota del desconocimiento que tenemos de nosotros mismos.

Es imposible saber quién soy si  niego algo que me pertenece. Tenemos que estar abiertos a conocernos en todo lo que somos, con  nuestras luces y sombras. Saber mirar el árbol de nuestros errores, de todas las emociones que nos secuestra, libera nuestra energía.

Nos olvidamos que somos espirituales que necesitamos alimentar esta parte de nuestra vida. Necesitamos alimentarnos para fortalecer está área que nos da fuerza y gran confianza. Ni  el mundo de emociones puede alterar esta parte de nuestro ser cuando lo fortalecemos en el día a día. Debemos volver a nuestra parte espiritual, debemos volver a nuestra casa.

Desarrollar el poder de la aceptación: Solo quien acepta  la realidad profunda de sus ser, entiende el verdadero sentido que tiene todo en la vida. La comprensión de la realidad no es indiferente, ni la aceptación es resignación. Lo real es que quien ha comprendido es porque conoce el poder de la aceptación.

Tenemos que comprender que la vida tiene como propósito el desarrollo de la conciencia y del reconocimiento que las leyes que rigen el universo son una manifestación divina. Cualquier circunstancia cumple un propósito de amor.

 Hay momentos que, ante la indefensión del ser humano en el mundo, ante el dolor y la limitación, solo cabe rezar.











martes, 3 de octubre de 2017

CÓMO DEFENDERSE ANTE LA FALTA DE RESPETO


Tenemos la obligación moral de respetar a cada persona por lo que es. No podemos pisotear su dignidad, ya que este hilo muy fino puede romperse de forma muy rápida.

Toda persona está en su derecho de sentirse ofendida si alguien atenta contra su dignidad. Toda  persona está en el derecho de defender su dignidad ante cualquier calumnia, ante cualquier agresión o ante cualquier  falsedad en su contra.

La persona tiene todo derecho de resentirse si siente que es ofendida,y hasta que no sea restituida su dignidad, la persona está en el derecho  de permanecer resentida el tiempo que le parezca necesario. Solo cuando  a la persona se le restablece su dignidad, viene la tranquilidad.

No olvidemos, entonces, la dignidad nadie nos otorga, nadie nos regala. Cada persona viene ya con este valor único. No somos nadie para pisotear a los demás y a su dignidad.

Nadie puede quitarnos u otorgarnos la dignidad. Simplemente ya somos dignos de consideración y respeto por el solo hecho de ser personas. La persona nunca puede tener un precio, ya que no es cosa. Si la persona  se ofrece por dinero pierde su dignidad,  pierde lo más valioso que tiene y se maltrata a sí misma.

El maltrato a nosotros mismos nos rebaja a nosotros mismos la dignidad. Debemos respetarnos y respetar a los demás. Tenemos los ejemplos de los esclavos, los judíos que sufrieron exclusión y de diferencia. Ellos fueron privados del respeto y la dignidad que merecían. Se les negó su condición de personas.

Debemos ser nosotros mismos, actuar de forma libre. La libertad es la esencia de la moralidad. No es cierto que solo nace la persona, sino que cada uno tiene la obligación moral de constituirse como persona digna merecedora de la oportunidad de realizar lo humano. Significa seguir las direcciones que uno se ha dado, tomando en cuenta lo que es correcto, no lo que uno cree que es correcto.

Características de una persona

Toda persona tiene un valor  que se llama dignidad, lo que la convierte en fuente de respeto y cuidado. Nadie puede ser tratado con deprecio y peor aún si su dignidad se ha visto disminuida por alguna carencia  o enfermedad. Tampoco se puede tratar a las personas como si fueran cosas, ya que ello implica  denigrarle y maltratarle. 

Tener dignidad implica también ser  vulnerable  y falible,que se equivoca o falla, por lo cual hay que ser comprensivo con  todos, ya que no somos perfectos.

Hay que recordar que cada persona es única, valiosa, compleja, dinámica, se relaciona consigo misma y con los demás. Si no se relaciona es porque algo le pasó y no ha aprendido a relacionar. La  persona  es independiente y suficiente, es única, original e irrepetible. 

La persona se relaciona, razona, habla, entiende, cuestiona y se cuestiona. La persona tiene capacidad de tomar decisiones sobre cómo vivir  porque razona.

Toda persona es valiosa  en  sí misma. Desde hace mucho tiempo la persona ha sido considerada como sagrada. Su vida es inviolable. Por eso tratar mal a una persona sería darle un trato impersonal, indiferente, de deprecio a su condición. Tratar mal a una persona no  sólo es infringirle un daño  físico, sino  que implica también olvidar su condición de  persona.

Cada persona tiene voluntad conciencia, gestiona conflictos, sabe lo que es correcto para ella y para cualquier otra persona. También gestiona lo que le apetece o es de su interés particular.

Una de las características más importantes de cada persona es su autonomía. Eso quiere decir que debe tener  libertad por ser un ser racional que tiene capacidad de establecer leyes morales. Lo esencial de la persona es la dignidad, es la libertad o autonomía. Ejercer la autonomía  es un deber que le corresponde a cada persona.

Tenemos como deber respetar cada condición personal y acompañarla para aumentar la dignidad, en los que no la tienen todavía ,como es el caso de los niños; hay que mantener la dignidad en el caso de aquellos enfermos que la tienen dañada y no rebajarla  bajo el  mínimo, en los que la han perdido del todo.


jueves, 20 de julio de 2017

OCHO EJERCICIOS PARA FORTALECER AUTOESTIMA

                              




La autoestima es el valor que tenemos como personas, como hombres y mujeres que tienen una identidad, un lugar en este mundo, raíces, origen, un nombre y un apellido.

Lamentablemente muchas de las experiencias que acarreamos a los largo de la vida van minando o bajando nuestra autoestima. La autoestima se construye desde los primeros años de vida, desde que somos bebés. Los abrazos, las caricias y los cuidados  de la madre, son vitales para construir una personalidad llena de estima.

Por el contrario, si el niño no tuvo el cuidado de la madre durante sus primeros días, su apreciación es que el mundo es inseguro, malo. Luego, las palabras que emitimos como padres o que recibimos del mundo exterior van alimentando o dañando la estima de los hijos y da paso a adultos sanos o llenos de conflictos emocionales.

¿Cómo mejorar la estima?
En primer lugar, hay que aprender a conocerse. Debemos saber que todos tenemos fortalezas y debilidades. Que no debemos compararnos con otras personas, ya que muchas veces terminamos comparándonos con las fortalezas de las otras personas y no miramos que ellos también tienen sus debilidades.

En segundo lugar, debemos aceptarnos tal y como somos. No podemos cambiar, ni dejar que nos cambien. Lo que si podemos es mejorar. Muchas veces renegamos de lo que somos, renegamos de ser hombres o de ser mujeres. 

Muchas veces renegamos de nuestro físico, de nuestra estatura, de nuestra cara, de  nuestras manos. Dejemos de renegar de nosotros mismos y démonos el valor que merecemos.

Mejoremos el concepto de nosotros mismos. Dejemos de hablar mal de nosotros. Empecemos a crear una mejor imagen de nosotros mismos. Las personas muchas veces saben quiénes somos por lo que nosotros expresamos de nosotros mismos.

La autoestima implica auto conocimiento, auto concepto, auto aceptación y auto respeto. No demos paso a los mensajes negativos. Confiemos en nuestras capacidades y dejemos a un lado las críticas, la frustración. Dejemos a un lado las etiquetas que nos han puesto “No sirves para nada”. 

Todos tenemos cosas buenas y malas. Hay que sacar siempre las buenas y pedir a Dios que las cosas malas que hay en nosotros nos ayude a superarlas.

Por todo ello, creemos importante practicar algunos ejercicios para reforzar nuestra estima y proponemos a continuación algunos. Recomendamos realizar cada ejercicio durante un par de semanas al menos, tomando tiempo para cada uno:

1.    Listado de nuestras fortalezas:

Haz una lista de los elogios que has recibido a los largo de tu vida, luego haz una lista de las capacidades y fortalezas que  tienes y, en tercer lugar, haz una lista de las cosas que te hagan sentirte orgulloso /a de ti mismo.

Tómate tu tiempo para hacer esta lista. Muchas veces es difícil recordar los elogios o cosas buenas que hemos recibido, pero si te tomas algunos días los recordarás.

Puede que en un principio te cueste recordar situaciones, elogios, etc. Tómate tu tiempo. Sería recomendable que dedicaras varios días a ésta tarea: te aconsejo ir rellenándo los espacios o tu lista poco a poco durante al menos una semana.


Elogios Recibidos:

Mis Fortalezas:

Estoy orgulloso de:

Ejemplo:
-“Eres muy inteligente”
Completar ……………………......
……………………………………………
…………………………………………..
…………………………………………..
…………………………………………..
…………………………………………..
……………………………………………
…………………………………………..
Ejemplo:
“Soy paciente con los demás”
Completar………………………………
………………………………………………
………………………………………………
……………………………………………….
……………………………………………….
……………………………………………….
……………………………………………….

Ejemplo:
-Cómo ayudè a mi comunidad a salir adelante.
Completar…………………….
……………………………………..
………………………………………
……………………………………….


2.Reflexiona en tu lista
¿Crees en  los elogios y en qué porcentaje del 1 al 10.
¿Qué pasaría si creyeras todos los elogios recibidos?
¿Detrás de cada fortaleza, que habilidades hay?
¿Fomentaría otros valores o fortalezas? ¿Cuáles?
Sobre lo que  estas orgulloso,¿ qué habilidades utilizaste para hacer todo lo que hiciste?

Haz esta lista de todo lo que eres y de los que estas agradecido/a y pégale en donde se pueda ver:

Por ejemplo:

Gracias Dios por hacerme mujer
Gracias Dios por haberme hecho sociable

3. Regálate algo

Haz una lista de cosas que puedes hacer por ti mismo cada día. Que sea una lista larga y que sean cositas que te puedas dar para mimarte. Haz tu lista en lindos papeles y luego cuando tengas una lista larga, inicia cada  mañana sacando un papelito y hazte el auto regalo.

Ejemplos:


Comer un dulce


Dar un paseo






De verdad te lo mereces. Hazte estos regales porque tú lo vales. Tienes que cuidarte a ti mismo. Y solo tú puedes hacerlo.

3.    Di cosas buenas de ti
Haz una lista de cosas positivas para ti mismo/a. Recuerda estamos acostumbrados a decir cosas malas de nosotros, pero ahora aprenderemos a decir cosas buenas de nosotros mismos. 

Hazte afirmaciones positivas todos los días y si quieres puedes mirarte al espejo aunque parezca ridículo. El cerebro graba absolutamente todo y lo guarda toda la vida; por ello, hay que tener cuidado en lo que decimos de nosotros mismos.

Ejemplos:
“ Me respeto a mí misma”

“Merezco cuidarme”











4. Agradece por ser mujer o por ser hombre

Dios te hizo mujer y debes aceptarlo. Ser mujer es algo hermoso. Si Dios hubiera querido hacerte hombre lo hubiera hecho, pero te hizo mujer. Y tu hombre, Dios te hizo hombre y no mujer. Nada es casualidad.

Eres como eres por la razón por la cual eres. Nadie tiene tu personalidad o tu combinación particular de habilidades y talentos naturales. Nadie puede reemplazarte.

La vida abundante está en servir a los demás con todo lo que somos.Nunca seremos como otras personas, podemos ver modelos pero cada una es única.

Ten una meta. Trabaja y esfuérzate siempre. Estar ocupados ayuda a mantener una buena estima. No permitas que nadie coarte lo que debes ser y hacer. El mundo necesita de tus fortalezas y tú necesitas de los otros.

Mantén buenas relaciones con los demás. No fuimos hechos para vivir solos, sino para vivir en relaciones. Cultiva buenas amistades, pero aléjate de las que no lo son. No es necesario miles de amigos, debes discernir quienes te aman y están dispuestos a ayudarte aún en los momentos difíciles. Esas son las verdaderas amistades. Incluso una hermana o un hermano es suficiente y tener con quién contar.

Repite:

“Gracias Dios por hacerme mujer. A ti te plació hacerme mujer y no hombre. Gracias Señor porque  me hiciste mujer, gracias porque soy mujer, soy valiosa”.

“Gracias Dios por hacerme hombre”. A ti plació hacerme hombre y no mujer. Gracias porque me hiciste varón, gracias porque son hombre  y soy valioso”.

5. No tengas miedo
Nos criamos con miedos, nos  condicionaron siempre:” Si no haces esto te castigo”, si no haces lo otro te dejo de amar”. 

Por ello terminamos cediendo o  nos acobardamos y nos quedamos estancados. La verdad es que quien nos ama nunca se aleja de nosotros por más errores que cometamos. Quién nos ama nos acepta como somos y nos entiende, nos anima, esta las veces que sean necesarias cuando estamos pasando por cosas difíciles.

No nos dejemos intimidar, hay cosas en la vida que se deben encarar con valentía y firmeza.Se requiere además de fe y esperanza.En los momentos difíciles, cuando nada podemos hacer en nuestras fuerzas, la fe es nuestro escudo.


Cuando tengas miedo, repite:

"Dios aunque tengo miedo confío en ti. Dame las fuerzas y la valentía para seguir adelante”.

No tengas miedo de emprender algo. Píde con fe que te de lo que necesitas, que te ponga las personas correctas, que te quite la pereza, que te llene  de fuerzas para levantarte cada día temprano. Estar en actividad sube la autoestima.

6. No aceptes comportamientos abusivos

Nadie tiene que someterse a comportamientos abusivos o agresivos. Debemos respetarnos mutuamente y darnos un buen trato. Tenemos derecho de decir a las personas cómo queremos ser tratados. Pon siempre límites,si hay comportamiento abusivo. Un límite quiere decir “No”.

No quiero que me trates mal, no quiero que me grites, no quiero que me pegues, etc. Obviamente, el tono en que lo dices también es importante. Trabaja en tu tono y evita los gritos o peleas.

 Las cosas se pueden decir, pero si queremos que la otra persona escuche, debemos hacerlo reflexionar acerca de su actitud. Nada sacamos achacando o señalando con el dedo. 

Lo mejor es decir: “creo que debes trabajar en tu  impuntualidad” y evitar decir: “eres un impuntual, siempre te atrasas”. Si quieres trabajar más en este tema te recomiendo el libro del Dr. Twosend y Henry Cloud que se titula: límites cara a cara.

7. Tus raíces
Recuerda que procedes de Dios y Dios te dio una familia. A través de tus padres tiene la vida. Rechazar a nuestros padres es rechazar la vida y rechazar la vida es rechazar el regalo de Dios. Nuestros padres son parte de nuestra identidad, gracias a ellos tenemos un lugar en este mundo, gracias a ellos somos lo que somos, gracias a ellos tenemos un nombre y un apellido. No importa si no supieron amarnos.Recuerda que ellos solo dieron lo que recibieron, pero hicieron lo mejor que pudieron dentro de sus limitaciones.Por esa razón no podemos juzgarlos.

Repite:

“Te honro padre”

Repite:

“Te honro madre”

Acepta a cada uno de los miembros de tu familia, tus hermanos. Son el regalo hermoso de Dios para tener compañía y nos estar solos. Con ellos se puede contar en momentos muy difíciles.

Repite:


“Hermanos, gracias por ser como son”

8. Busca ayuda profesional. Si sientes que no puedes solo, pese a que haces estos ejercicios, busca ayuda con un profesional, un consejero de familia, un psicòlogo, un terapeuta.Puede ser que tu estima haya sido tan golpeada que necesitas de ayuda.No tengas miedo a buscar ayuda.Todos lo hemos hecho en algùn momento y ahora podemos ayudar a otros.Lo mismo será contigo, luego tù estarás  ayudando a otros.