Tener autoestima es estar
contentos con lo que somos, es saber valorarnos, aceptarnos, estar seguros que
merecemos disfrutar de las cosas buenas
de la vida y que somos capaces de lograrlo porque tenemos buenas cualidades. La autoestima es vital para
nuestras vidas porque influye en las relaciones con los demás, en el grado de
confianza en uno mismo, en la profesión, en la paz interior e incluso en los
éxitos que se quiera lograr.
La autoestima se va formando a lo
largo de la vida. Las experiencias dolorosas nos debilitan en nuestro ser, crean
una mala imagen de nosotros mismos y nos
llevan a pensar de nosotros de la manera
siguiente:
1. Somos víctimas indefensas y
poco o nada podemos hacer ante lo que nos sucede.
2. Somos unos desastres y no
estamos a la altura de los demás.
3. Hay algo malo en mí.
Cuando la estima ha sido muy
golpeada la persona se siente sin valor, sin confianza en sí mismo, le es
difícil creer en que puede hacer grandes cosas, siempre se compara y termina
frustrado sin lograr sus objetivos.
Cada persona debe buscar
fortalecer su autoestima. Nadie más que nosotros somos los llamados a
construirnos. Si bien es cierto, en el pasado nos lastimaron,
nos minimizaron, nos truncaron y crecimos pensando que no tenemos derecho a
la felicidad, ahora que somos adultos
debemos salir de circulo de la infelicidad para lograr nuestros sueños.
Las experiencias malas deben
servirnos como un aprendizaje para la vida. Es tiempo de empezar a vernos como
lo que verdaderamente somos y sacar lo todo lo bueno que tenemos. Quizás te
digas:” pero no puedo hacerlo, lo he intentado, pero nada me sale bien”. Te entiendo, pero vuélvelo a intentar Hazlo por ti. Hazlo
porque mereces una vida plena. Hazlo una
vez más, no importa la edad que tengas,
mereces tener lo que quieres.
Cuesta, es verdad, requiere de
tiempo, de perseverancia, muchas veces formarte horas y horas, pero luego viene
la recompensa. Lo he vivido, lo estoy también haciendo. Ya he empezado a verme
diferente y encontrado cualidades sorprendentes que ahora las estoy explotando.
Te dejo algunos secretos que han
ayudado a muchos y que ahora, si tú quieres, puedes analizarlos y ponerlos en
práctica.
Sé indulgente contigo mismo cuando cometas algún error
¿Cometiste algún error? ¿Cómo
reaccionas cuando te equivocas?
Por lo general, tenemos la
tendencia a castigarnos por nuestros errores. Nos martirizamos, nos
angustiamos, nos afligimos y pensamos que somos unos estúpidos, que no podemos
hacer nada bien.
Si este pensamiento persiste,
llegará hacerse tan fuerte que terminaremos creyendo que nuestras decisiones
son incorrectas, con lo cual aumentará la inseguridad y aumentará la
posibilidad de que volvamos a cometer más errores.
Por ello, es mejor pararse y
tomar la decisión de cambiar esta forma de pensar. Las decisiones erróneas
jamás son intencionadas. A nadie se le ocurre decir: "Amárgate la
vida".
Debemos ser conscientes que todos
nos equivocamos, y si bien es cierto que somos juzgados muy fuerte, cuando esto
nos pasa, es mejor recordar que es algo normal equivocarse. Todos alguna vez
metemos la pata ,y para todos los errores, incluso los más graves, existe el
PERDÒN.
¿Qué hacer entonces?:
a. Sé comprensivo, bondadoso,
amigo, tolerante, indulgente contigo mismo. Así las posibilidades que te
vuelvas a equivocar disminuirán notablemente.
b. Deja de atormentarte, de
martirizarte, de angustiarte, de afligirte, de acosarte, de amargarte. Si algo
no salió perfecto como esperabas, tendrás la ventaja de mostrarte más abierto a
aprender en aquello que te has equivocado y evitarás más errores. Además la
perfección no es buena, ya que se debe buscar hacer las cosas bien hechas pero
no perfectas.
c. Centra tu atención en tus
cualidades positivas y tus éxitos. Si nos acostumbramos a hacer esta práctica,
veremos cómo se multiplican las cualidades y disminuyen las debilidades. Por el
contrario, si solo nos fijamos en las debilidades, encontraremos un sinfín de ellas.
Acuérdate de la frase que dice: “Aquello en lo que centramos nuestra atención
tiende a hacerse más grande”. A
continuación te dejo un cuadro para que identifiques tus cualidades:
MI DIARIO DE AUTOESTIMA:
Anota cada día varias cualidades
y atributos positivos que descubras en ti. Para ello es conveniente que hables
con personas de tu entorno que te ayuden a anotar las cualidades positivas que
tienes. Recuerda que sólo puedes anotar las cualidades positivas.
Lunes
|
Martes
|
Miércoles
|
Jueves
|
Viernes
|
Sábado
|
Domingo
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Durante la semana, anota que
situaciones te hacen sentirte competente, en qué situaciones te sientes bien
con tu forma de actuar y en qué situaciones no sientes que estás actuando bien
o te cuestionas tú estima personal.
_______________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________
_______________________________________________________________________________________________________
_____________________________________________________________________________
d. Aprende a decir No. Por lo
general, por compromiso, por miedo al rechazo o la forma en que reaccionan los
otros, decimos sí a todo y a todos, pero
en el fondo estamos diciéndonos otra cosa y
terminamos resentidos, enfadados y con la impresión de que han abusado
de nosotros.
Recuerda: a menos que algo se
encuentre realmente dentro de nuestras responsabilidades, no tenemos la
obligación de realizarlo. Así de claro. Y si alguien te pide que hagas algo que
no te compete, dile claro que no.
Las personas no tienen reparos en
tratar de convencernos en que hagamos lo que ellos quieren, incluso nos
amenazan con avisar al jefe, o alguien más, lo cual es una falta de
consideración, ya que cada uno tiene responsabilidades que cumplir.
Los manipuladores suelen ser muy
expertos en controlar e impiden las opiniones de los demás o el normal desarrollo de las cosas. Pero no hay que permitir sus manipulaciones por más hábiles que sean.
La mejor solución es decir: "No quiero hacerlo". Si decimos esto, ni siquiera tendremos
que darles excusas. Además, estaremos siendo responsable con nuestras tareas.
e. Haz caso omiso de las críticas
destructivas hacia tu persona. Muchas personas solo quieren sentirse superiores
y sentirse bien por sus problemas de autoestima. Así que es mejor no caer en su
juego porque empobrecerán nuestra estima. Estas
personas buscarán humillarnos, criticarnos, abatirnos, hacernos sentir mal, y más
si nos mostramos como blanco fácil para sus críticas. Así que no nos enfademos, ni
agachemos la cabeza. Evitemos que su opinión prevalezca sobre la nuestra.
¿Qué hacer entonces?
a. Verlos como dignos de lástima,
más que reproche.
b. Evita siempre que puedas el
contacto con estas personas.
c. Si ya mismo tienes que estar
cerca de esa persona por trabajo o porque es tu vecino o vecina, evita
devolverle la pelota con respuestas mordaces. Es mejor desearle siempre lo mejor al otro, que vengarnos. Así la vida nos devolverá los mismo.
Recuerda: ellos suben su autoestima a costa de la nuestra. No les permitamos. Una vez más no caigamos en su juego malicioso.
Si es una persona muy cercana y nos importa que la relación no se
resquebraje usa la comunicación asertiva: firme, claro y sin herir:
Ejemplo:
“Mary quiero que sepas algo antes
de empezar las cosas que voy a decirte no serán fáciles para ti. Tengo algunas
cosas serías que decirte. Espero que puedas escucharlas con una mente abierta y
que podamos trabajar juntas con una solución satisfactoria. Quiero que hoy
terminemos más cerca la una de la otra porque eres mi amiga y que nos
comprendamos más y no menos.
Deseo conversar sobre la forma en
que me hablas. Quiero que entiendas que me lastimas. El otro día, cuando me
pediste el informe en la reunión y yo lo había olvidado en la oficina dijiste: ¡Qué tonta! Ahora que lo necesitábamos. O ayer cuando estábamos juntas con Tomas,
y él me preguntó sobre una solicitud de préstamo, tu dijiste: “Ella no
reconocería ni una taza de café aunque le pegaran en el trasero. No sé lo que te
propones con estos comentarios, pero si quiero decirte que no me gustan. Me hieren.
No quiero que lo sigas haciendo”.
Deja que responda:
“Mary ¿Qué piensas de la forma en
que me hablas?”
La respuesta de la otra persona puede querer desviarse del problema:
“¿Qué dices? ¿No puedo creer
que hayas tomado de esa manera lo que dije.
Tú bromeas con la gente más que nadie. Es una hipocresía decirme eso”.
Si se disculpa que bien. Perdone .Pero sino, pon límite:
“Si continua esto me marcharé y
no te volveré a hablar hasta que reconozcas el problema y te disculpes. No
puedo impedírtelo pero tampoco tengo porque participar"
Si persiste:
“Mary si continuas haciendo esto iré al departamento de recursos
humanos y presentaré una demanda”.
Elabora un plan para luego de la conversación:
Muchas veces la persona ofrecerá
una disculpa sincera ,y otra vez lo hará, ya que el cambio requiere de tiempo y
es mejor estar preparado. ¿Qué hacer entonces en ese caso?
¿Qué tal si te lo hago saber en
caso de que ocurra de nuevo? Estarás dispuesta a escucharme.
Y si reacciona bien continuará
todo bien. Pero si no ya sabe manténgase alejado /a de esa persona.
Recomiendo buscar el libro
límites cara a cara si quieren ser más asertivos y aprender a poner límites a
este tipo de personas o el libro quien aprieta tus botones.
f. Los demás son iguales y dignos
de respeto al igual que tú. Muchas veces se nos enseñó que las personas de respeto
son aquellas que han obtenido títulos o riquezas, posición u otras dignidades, pero la verdad es que todos somos dignos
de atención y estima especial. Pueden ser diferentes a nosotros, pero
no mejores. Recuerda siempre esto, y
no lo olvides NUNCA. Es bueno también
que recuerdes que cuando estas en una posición especial, debes valorar a los
demás y respetar su condición.
g. Mira el lado bueno de tus errores.
El camino de la vida estará lleno de errores y estos errores nos harán sentir
totalmente frustrados. Estos sentimientos se acentuarán más, si alguien condena
esos errores, con lo cual nos sentiremos menos que fracasados, pero todo error es una oportunidad de aprendizaje.
La recompensa de los errores es que mejoramos en nuestras destrezas y tenemos más posibilidades de tener éxito en todos los
aspectos de tu vida.
h. Reconoce sin reparos tus
propios errores. Debemos reconocer de forma abierta nuestros errores, ya que es
un signo de madurez y una prueba de que
gozamos de buena autoestima. Cometer errores no significa que seamos inútiles sino
que somos seres humanos.
Por el contrario, si nos cuesta
admitir que nos hemos equivocado quiere decir que somos demasiado críticos con
nosotros mismos y siempre añadimos leña al fuego, lo cual sí puede dañar
nuestra estima mucho más. Lo mejor es eliminar esos pensamientos de ineptitud
que aparecen cuando cometemos errores y admitir que
sí nos equivocamos.
i. Acostúmbrate a ser feliz. La
felicidad es una estado de ánimo que nace en nuestro interior, en lo más
profundo de nuestro ser. No depende de acontecimientos externos. Esta felicidad
puede aumentarse y, para ello, también se necesita de práctica. Podemos probar cinco minutos en el día a ser felices, recordando algún evento de la vida que nos
hizo sentir de esa manera. Así veremos que es
posible sentirse feliz a voluntad y esta irá en aumento. La felicidad depende
de nosotros, aunque otros nos echen a perder el día.
j. Acostumbrémonos
a hablar de nosotros mismos de forma positiva para evitar
que nos amarguemos.
k. Trabaja en algo que te gusta.
Cuando amamos nuestro trabajo, todos salen ganado. Primero, disfrutamos lo que
hacemos, somos más felices y hacemos la vida más agradable a los que nos rodean.
Segundo, nuestro trabajo es hecho con calidad y amor.
Si por el contrario hacemos algo
que no nos gusta, hasta nos cuesta levantarnos, y vemos cada cosa que nos piden, como un castigo. Lo mejor es dar lo mejor que podamos, pero a la vez, si sabemos que ya no damos
más, es bueno que poco a poco nos pongamos nuevas metas para alcanzar los que
queremos ser. O por lo menos, buscarnos un trabajo que en algo que sea similar a lo que nos gusta.