miércoles, 14 de marzo de 2018

PERSONALIDA AGRESIVO VERBAL


Los agresivos verbales son personas difíciles, agresivas, que intimidad aún con su postura física, pero en el fondo no son más que personas con sentimientos de inferioridad, con inestabilidad emocional y sentimientos de desvalorización y soledad interna.


Enfrentarse a un agresivo verbal, es tener que sacar lo más bajo de nosotros porque esta persona activa todo lo malo de nosotros con su verborrea maliciosa que minimiza, nos hace sentir poca cosas, incapaces, débiles, inseguros.

Son personas muy difíciles de tratar y con quienes es difícil entablar una conversación sana. Pareciera que disfrutaran de hacernos la vida difícil en dondequiera que los encontremos. Hablar con ellos es no poder vivir en paz, ni tener argumentos, porque sus palabras son muy hirientes que nos dejan mudos o sin qué decir. En realidad se requiere tener mucho control emocional al estar con ellos.

El agresivo verbal produce mucho desgaste emocional. Tan solo pensar en que nos vamos a topar con ellos es vivir en una constante de qué diremos frente a sus agresiones verbales. Es más nos pasamos imaginando si estará de buen o mal humor. Muchos pasamos dependiendo de las emociones con las que éste se presentará.

Su fin siempre será hacernos creer que él lo sabe todo. Y  además quiere hacernos creer que tiene la capacidad y autoridad para llevar adelante lo que se proponga. Quienes tratan de mantener la calma y no perder el control, terminan cediendo para evitar más confrontaciones y se hacen cargo de cada palabra que  les dice el agresivo verbal. Terminan frustrados porque no entienden que hicieron para que se les tratara así.

Lo cierto es que el agresivo verbal siempre encontrará motivos para discutir o entrar en conflictos con otros. Es importante no dejarse dañar la estima, ni cambiar nuestros propósitos a causa de estos personajes descontrolados.

El agresivo verbal tiene las siguientes características:

Iracundo
Agresivo
Manipulador
Ambivalente
Inestable
Sarcástico

Otras singularidades de este temperamento:

Todo lo que nos dice el agresivo verbal, incluso la adulación, lo hace en tono irónico. Es difícil mantener una conversación con este tipo de personas. Son tan inestables que un día aman y al otro odian. Tratan de desestabilizar nuestras emociones y nos hacen dudar sobre nuestros sentimientos.

Ante ese panorama, la victima pierde sus objetivos y metas  y se concentra en la persona violenta, buscando la manera de hacerle frente  o qué no hacer para despertar su ira, pero se desvía nuestro objetivo que es nuestro trabajo. Lo mejor es no hacer nada para tratar de ser aceptado por esta persona, ya que su conducta es cambiante e irritable.

Es difícil pensar el  querer lograr vínculos sanos con esta persona, ya que su agresividad verbal no lo permite y más si ya has caído en sus redes. El círculo vicioso en que se puede caer es solo vivir pensando en qué decir y qué no decir frente a él.

El agresivo verbal  sabe qué impacto nos causan sus palabras. Busca confundirnos y por todos los medios busca intimidarnos y evitar que nos expresemos. Frente a su violencia lo que solemos hacer es intimidarnos y  sentir mucho miedo, de tal modo que solo queremos encerrarnos en nosotros mismos y no decir nada frente a él agresivo o de, otro lado, estar siempre a la defensiva y responder también con violencia.

La agresión nos hace sentir incómodos, nos desenfoca de nuestras metas, del trabajo que tenemos que hacer o nos han encomendado. Perdemos valioso tiempo tratando de entender porque esta persona nos trata de tal o cual manera.

El verdadero problema del agresivo verbal es que tiene complejo de inferioridad, desvalorización, miedo a ser rechazado a ser desaprobado si algo hace mal. Es muy inseguro, tiene baja estima y teme vivir en soledad emocional.

Claves para tratar con el violento verbal:
             Siempre está pendiente de cualquier gesto o palabra que emitamos para estar a la defensiva.
             Tratará de llamar nuestra atención con ira, maltrato, violencia verbal ya que sabe que no es querido y por eso su enojo y resentimiento.
             Siempre trata de envolvernos en su discusión y usara una y mil maneras para acabar con nuestra paciencia, querrá que también nos enojemos.
             Son cambiante y solo son amigos mientras les sirvamos. Si les decimos que no tratarán de hacernos quedar mal o  boicotear nuestros proyectos.
             Si los cuestionas dirán que tienen su visión y que nadie les dice lo que tienen que hacer.
             Con ellos hay que evitar el choque y el conflicto para que el agresivo verbal reflexiones su problema, su mala conducta y encuentre la causa que los origina.
             Con ellos es siempre mejor ser prudente y razonable y antes que hablar mejor pensar. Así  logramos que confíe en nosotros y deje de sentir que somos su enemigo, haciéndole aliado nuestro.
             Como siempre nos vamos a encontrar con estas personas en el camino, lo mejor es tener buenas relaciones en la medida de lo posible. Así no nos afectara su trato y nuestro trabajo rendirá mejor.
             Utiliza la táctica de expresarle que compartes lo que está diciendo, aunque no estemos de acuerdo con lo que dicen.
             Se puede regresar la conversación y tomar algunas de sus palabras para luego repetirle en palabras sutiles o suaves y hacerle ver que estas entendiendo su pedido. A la vez se le hace entender que cuando se usa un tono suave la comunicación es mucho mejor. Si le damos a entender que estamos interesados en su pedido, su ira se reducirá, si nos oponemos a él, se desata una guerra. 

Si aprendemos a tratarlo de esta manera quienes tengamos el control seremos nosotros y podremos mejor llegar a acuerdos. Hay dejar que se descargue y luego intervenir con un tono más suave de la siguiente manera:

“Lo que me estas tratando de decir es que…”
“Entonces, lo que necesitas de mi es que…”

Las frases que debemos utilizar con ellos:

Hola
Gracias
Por favor
Vamos por más
Todo lo que hagas saldrá bien
Tú puedes
Eres capaz
Dale para adelante
Confío en ti
Sé que puedes hacerlo

Estrategias que usa el agresivo verbal para inspirar temor:

Siempre usa la palabra para establecer el control sobre los demás. Con ello lo único que demuestra es su incapacidad de tener relaciones interpersonales sanas. Solita se va encerrando en su círculo agresivo  porque nadie lo quiere consigo, lo que hace que se sienta solo, rechazado y por eso su ira contínua y aumentada. Ejemplo:

¿Te puedo ayudar? Y responde no
¿Necesitas algo? Y su respuesta es no
¿Te gustó como quedó el trabajo, su respuesta es no.

El tono de voz. Siempre usa un tono de voz intimidante que frena cualquier respuesta contraria a lo que dice. Aún su postura es intimidante pues quiere causarnos temor y desestabilizar nuestras emociones. Si usa mucho tiempo ese tono intimidante, lo que hará es que el resto  le rechace y tenga poco interés en llevarse con el agresivo, ya que nadie quiere agradar a una persona que intimida, ofende , manipula, degrada, desprecia. El agresivo verbal escogerá muy bien el tono de voz  que usará para cada palabra. Conoce bien lo que necesita recibir: respeto, sumisión y miedo.

El agresivo verbal debe aprender a decir las cosas de diferente manera y en tono conciliador. Muchos malos entendidos se pueden evitar si usan un tono más conveniente. El modo de hablar de una persona siempre nos dirá si quiere llegar a acuerdos o si desde un comienzo quiere comenzar un debate o una guerra. Si las persona quiere ser tirana usará la ironía y el sarcasmo, de lo contrario usará un tono diferente .Debemos considerar que las personas siempre se fijan en el tono de voz y el modo en que transmitimos el mensaje.

A través del tono verbalizamos ira, enojo, amor, energía. Hay que aprender a transmitir el mensaje verbal quitándonos la carga emocional y enfocarnos en el resultado que queremos obtener con nuestro mensaje, solo así podemos tener conversaciones más claras y sanas.

Cada vez que queramos transmitir algo debemos tener primero claridad lo que queremos transmitir, lo que queremos lograr para así escoger el tono adecuado y conveniente. Solo así la persona sabrá si lo acoge o no, si es un mensaje que le da fuerza vital o lo lleva a la confrontación.

Pregúntese siempre:

¿Qué quiero obtener con estas palabras que emito?
¿Qué respuesta espero?
Postura y gestos físicos. Manifiesta agresión e ironía no solo con palabras sino con su postura física. Todo él es un torbellino verbal. También mira gestos y expresiones del otro para aumentar o disminuir su violencia verbal. Evalúa antes la respuesta que está recibiendo para actuar.

Estrategias para parar al agresor

Si somos inteligentes y astutos podemos mantener al agresivo verbal en su sitio. Debemos tomar una actitud correcta. Una respuesta hábil obliga al agresor a retroceder en sus ofensas. Cuando agreden, mejor contestar algo incoherente y no dar valor a la agresión. Ejemplo:

Uno
Pero que mal estas vestido
Ya lo decía mi abuela, tanto va el agua a la fuente que al fin se rompe
Piénsalo, ya lo vas a entender

Dos
¡Qué distraído que es usted!
Más vale pájaro en mano que ciento volando
¿Y eso que tiene que ver?
Piénselo
¡Qué cara horrible!
Una golondrina no hace verano.
Tres
Estoy harto de tus ineptitudes
Agua que no has de beber, déjala correr decía mi papá

Cuatro
¿Dónde tienes la cabeza últimamente?
“Y es como dice el refrán: al que madruga Dios le ayuda”
Al violento verbal hay que ponerle límites. No debemos permitir que nadie nos trate mal. Por ninguna circunstancia se debe permitir el abuso ni el maltrato. No perdamos la calma. Dejemos de estar atentos a lo que el violento verbal  dice para no envenenarnos. Nosotros somos lo que decidimos que le permitimos y que no.

Otras estrategias para tratarlo:

Muestra indiferencia. No pongas atención a lo que diga, trátalo como si no existiese, de esa manera estamos poniendo un muro contra el cual ni el miedo ni el enojo dirigirán nuestras emociones.
Date un tiempo. No tomes decisiones con ira y enojo. Piensa y luego actúa.

Controla las emociones. Con esfuerzo podemos alcanzar voluntad y dominio propio, lo cual genera nuevas sensaciones positivas. Resulta bien respirar hondo y  luego hablar. O escuchar lo que dice para luego exponer nuestra posición con tono calmado.

Admite tu responsabilidad. Si te equivocaste admítelo, di lo que aprendiste de esta equivocación y qué harás para no volverlo a hacer.

Debemos aprender a para la violencia que se presenta a diario. No es normal recibir agresiones, insultos, minimizaciones, ironías, burlas, gritos. Hombres y mujeres tienen derecho a enojarse y a disentir con aquello que no están de acuerdo. Hay que encontrar la forma de dar a conocer nuestras opiniones y emociones.

Si nos callamos, si nos imposibilitamos en  responder de forma correcta, nuestras vidas solo se llenaran de frustración, angustia y resentimiento. Debemos estar conscientes que la violencia verbal nos lastima y nos descalifica, y nos deja en un lugar donde nada pasa.

No se trata de mejor callar  y dejar pasar las cosas. El callar, el no decir nada hace que se acumule la ira. No es cuestión de dejar pasar las cosas, hay que expresar la ira, el enojo, el desacuerdo. Si decidimos esconder el dolor y la ira, para evitar problemas, el agresivo solo atacara más porque le cedimos más lugar.

No podemos vivir aceptando violencia, necesitamos poner límites a la agresión verbal diaria. Poner límite a la ira y violencia verbal nos trae salud emocional y física. Hay que aprender a descargar la ira de manera sana.

La violencia verbal debilita nuestro interior y nos hace sentir no aptos para alcanzar todo aquello que queremos lograr. La desvalorización viene cuando damos el poder que nos lastimen. Hay que identificar cada palabra que nos molesta y lastima y no permitamos recibirla más. Enfrentar el camino largo es cansado, pero llegaremos al éxito. Hay que enfrentar lo que nos perjudica, no lo puede hacer otro por nosotros.

Hay un momento que es necesario decir algo y no quedarse callado. Hay que aprender a expresar la ira. Debemos aprender aceptar solo aquello que nos promueve, estimula y nos ayuda a construir  nuestros sueños y objetivos. Debemos tener el coraje de responder aún al jefe autoritario, al manipulador o al maltratador.

El agresivo verbal solo podrá cambiar su actitud solo si el mismo decide hacerlo. Nosotros en tanto no podemos caer en su juego, ni responder con la misma violencia. Si lo enfrentamos de la manera adecuada sabrá que contigo  tiene que encontrar otra forma de comunicarse. Por ello importante actuar con estos principios:

Vigilar el tono de voz
Manifestar lo que queremos de forma positiva
Interrumpirlo con tacto
Contar nuestro punto de vista o verdad
Estas también dispuesto a escuchar

Frases que usa el agresivo:
“Eres la mejor persona y la única con quien puedo contar. Luego al rato, eres inservible e incapaz”

“Pero como aun estas editando la nota, eres un inútil, en que estás pensando. No sé quién te contrato, si fuera por mí ya estarías despedido. Eres incompetente total para esta tarea. A ti y a todos tus compañeros les da todo igual, son unos ineptos”.

“A mí nadie me dice lo que tengo que hacer, yo tengo mi visión”.

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